sábado, 3 de mayo de 2025

Amor de amo, agua en un cesto


Los peores carceleros de Auschwitz, muchas veces eran los propios judíos, haciendo realidad el dicho de que no hay peor cuña que la de la misma madera. Así, ocurre en la universidad española y en concreto en la UPV, donde todos los cargos de gestión suelen estar realizados por los propios profesores. Profesores que han sufrido las gestiones de sus compañeros anteriormente y que, tras acceder a cargos directivos internos, sufren una especie de abducción extraterrestre que les cambia la mentalidad. Una especie de conspiración basada en una Sociedad Secreta Reptiliana.

En un acto de sumisión permanente, empleando la técnica de la rana hervida, esta universidad ha ido descendiendo en la calidad de vida de sus miembros. Uno de esos detalles de descendimiento es el que me ha ocurrido recientemente. Tengo decidido que este curso que viene, me voy de la universidad. 

El curso pasado estuve dirigiendo tantos TFGs, TFMs y demás que, al final, entre reducciones simbólicas por pertenecer a comisiones y estos TFGs, conseguí reunir unos miserables 3,954 créditos, que ya les vale afinar hasta la milésima. ¡Hay que tener cuajo!. A principios de este siglo, por el mismo trabajo, podrían haberme dado perfectamente el doble.

Son créditos que no me concedieron el curso pasado, pero que yo los trabajé, adicionalmente a mi docencia e investigación. Por lo tanto, es un trabajo que se me debe y que yo quería cobrarme este año, antes de irme. Porque tengo derecho a recibir la remuneración de mi trabajo. Es un caso análogo a cubrir unos créditos de un compañero, por baja laboral y que te los devuelvan en el POD al curso siguiente.

Este curso me jubilio, así que de todos los TFGs y TFMs que he dirigido el presente curso, no me darán ni un céntimo al curso siguiente, porque todo en esta universidad se paga a toro pasado. Por si acaso. Todo ese esfuerzo se lo quedará la UPV. Gratis total. Y sin el más mínimo agradecimiento.

Trabajo gratis del esclavo al que se le considera carne de aula, antiguamente, carne de cañón. Un derecho de pernada que se cobra la universidad aprovechando que te vas y no vas a poder protestar a unos sindicatos que ya no tienen interés en representante dado que ya no trabajas.

Después de años de devaluación de la docencia en esta universidad, como despedida en el último curso, no sólo me han sisado todos los créditos de TFMs y TFGs de este año, sino que además, la dirección de mi departamento, me ha transmitido que no puedo disfrutarlos en el primer cuatrimestre del curso, que es el último que estaré en la UPV.

Siguiendo la misma pauta que los kapos judíos del particular barracón en el que se ha acabado convirtiendo mi departamento, siguiendo las directrices de los directores arios del campo de concentración de la UPV, por no se sabe qué razón ambigua, tengo que "distribuirlos" uniformemente entre los dos cuatrimestres. De forma que si a los 24c que tengo que impartir, le quito los 4c de TFGs, tengo que impartir forzosamente 20 créditos, pero distribuidos la mitad en cada cuatrimestre. Es decir, 10 en el primero y lo mismo en el segundo. Segundo cuatrimestre en el que ya estaré jubilado y que al no trabajar, no podré descontármelos. ¡Pero qué listos son!

Lo suyo sería impartir 12c en cada cuatrimestre y cobrarme los 4c de TFGs que trabajé el curso pasado, antes de irme, es decir, en el primer cuatrimestre. De esta forma sólo tendría que impartir realmente 8c en el primer cuatrimestre y dejar los 12c disponibles para mi sustituto en el segundo. No me están regalando nada. Simplemente estoy cobrando el trabajo adicional que ya realicé el curso pasado y que no me pagaron en el curso pasado. Sin tener en cuenta los que se llevarán también de este.

En el último año docente de mi vida... todavía tienen que darse a conocer por dos miserables créditos. ¡DOS CRÉDITOS! de las docenas de miles que se imparten en la universidad.

Lo que más me molesta no es sólo la avaricia de una universidad que no es capaz de tener un pequeño detalle de despedida con un profesor, sino las actitudes de determinados compañeros que la han interiorizado. Ni tan siquiera está pidiendo un favor, sino sólo recuperar simplemente lo que es suyo del año anterior y que no me pagaron en POD. Tras años de felicitaciones docentes, felicitaciones por los 25 años de permanencia en la UPV, tantas palmaditas y peloteo en la espalda... a la hora de la verdad, aquí tenéis el amor del amo: agua en cesto de mimbre.

Me molesta la actitud de mis propios compañeros de universidad que no pueden acceder a que gaste los créditos en el cuatrimestre que quiera. Pensaba que era libre, pero ahora soy consciente de que estaba estabulado en un corralito del que desconocía los límites porque nunca necesité moverme.

Me molesta que me obliguen a "distribuirlos" entre cuatrimestres obligatoriamente, no sabemos por qué extraña razón, cuando durante años, he tenido siempre los cuatrimestres con distribuciones asimétricas de clases y a nadie le pareció importarle. Es más, compañeros han acumulado docencia en un cuatrimestre con el fin de liberar otro y poder realizar estancias en universidades extranjeras. De hecho, este curso imparto docencia en el segundo cuatrimestre por un total de seis créditos y a nadie parece importarle lo más mínimo. ¿Me quieren decir que el curso que viene no puedo impartir en un cuatrimestre "sólo" ocho?

Ciertamente, no me esperaba esta jugada de la universidad, y en concreto de mis propios compañeros de departamento, pero viendo su usura durante años, viendo que siempre que puede, intentará sacarme los higadillos, no esperaba esta "caricia" el último año de mi permanencia aquí. De hecho, esto no es más que la confirmación de mis sensaciones y un acicate que me motiva a dejar este trabajo lo antes posible y con más ganas aún. Me voy con la cabeza bien alta, tirando al suelo el puñado de dólares que también pretendéis sacarme. Por un puñado de dólares.

Doy gracias por haberme dado cuenta a tiempo de que este centro de trabajos forzados no merece que yo le dedique el precioso tiempo de los mejores años de lo que me queda de vida. No se los merece. Nada me ata ya aquí.

Adiós.

viernes, 2 de mayo de 2025

Prostitución universitaria

Durante años de docencia universitaria, hemos ido viendo cómo se cumplía inexorablemente el destino anunciado en el mismo nombre de este blog: University Peak. Es decir, un camino de descendimiento en el que las cosas, van cambiando paulatinamente de una manera inexorable y siempre a peor porque nuestro motor económico y personal está cada vez está más agotado, queda menos combustible porque los presupuestos son cada vez más magros, los sueldos más bajos en relación al IPC aunque sean mayores en números absolutos y porque estamos en una pendiente inclinada de una crisis económica que no nos abandona nunca por diversos motivos ideológicos, de corrupción, crisis energética... 

En estas condiciones ambientales, hemos ido observando en los años precedentes una devaluación de la docencia en la que cada vez reconocen menos créditos para actividades académicas no directamente docentes como dirigir TFGs, TFMs o tesis doctorales, En el caso concreto de los TFGs/TFMs, hemos pasado de que nos asignaran un crédito por trabajo dirigido a la mitad, meido crédito por trabajo. En el caso de las tesis doctorales, hemos pasado de 6c asignados a lo largo de tres años consecutivos en forma de 3+2+1 a sólo la mitad y durante dos años, 2+1.

La pertenencia a órganos de gestión, está cada vez peor pagada. Los beneficios por sexenios de investigación... ridículos y los que estamos siempre por debajo del límite de corte, no hacemos más que correr hasta la extenuación detrás de una zanahoria a la que nunca se alcanza a paladear y cada vez está más magra.

Cada vez tienes que impartir más docencia por el mismo precio. A finales del milenio pasado, se impartían 21c como máximo. Y como había holgura, raro era el docente al que se los asignaban. Y ya nos quejábamos de la cantidad de docencia a impartir. Y eso que las asignaturas, muchas veces eran anuales, de forma que era normal encontrar profesores que sólo impartían docencia en una única asignatura. Por ejemplo, si tenías una asignatura de 9c anuales e impartías docencia a dos grupos, eso sumaba 18c. Algún descuento de holgura y algún TFG/TFM completaban el paisaje. Hoy partimos de un máximo de 24 que incremente de facto nuestra productividad en un 15% respecto de la situación que vivíamos no hace ni 20 años.

Si a eso le sumamos que normalmente había un único examen parcial para el primer cuatrimestre y otro al segundo con un final y una repesca junto con alguna práctica... la evaluación era muy poco costosa.

Hoy, rara es la asignatura que tenga más de 4.5c o 6c y que todos estén asignados al mismo departamento. La docencia está muy atomizada.

Pero además, se ha producido lo que se denomina la PASificación del PDI, que consiste en que el Personal Docente y de Investigación (PDI) cada vez más, tiene que ir asumiendo tareas propias del Personal de Administración y Servicios (PAS). Pero es que además, estas gestiones pasan actualmente por una gestión electrónica cada vez más sofisticada en la que además, se elude la formación al profesorado.  El coste de aprendizaje de estas herramientas informáticas y de gestión en línea, somo suele ser la norma en esta universidad, es siempre a coste cero: cero para la universidad, coste para ti. 

Como se puede ver, todo un itinerario de manual de uso de la técnica de control social denominada de la rana hervida. Dicen que es por las restricciones presupuestarias. Es mentira. Es por la relación sado-masoquista en la que ha ido derivando todo este entramado PDI-Rectorado. Es una relación sádica en la que los directivos de la universidad se ensañan con sus propios trabajadores que acaban interiorizando la culpa de la situación que se les impone en una actitud pasiva masoquista.

Sí, es verdad, existen restricciones objetivas presupuestarias, que hacen que estemos con una saturación docente superior al 100%, pero esto es así porque existe un complemento retributivo a final de año que puede llegar a significar el 10% del sueldo de todo el año. Si todo ese "complemento" se invirtiera en contratar a nuevos profesores, posiblemente, estaríamos al 90%, eso sí, cobrando un 90% del sueldo que cobramos actualmente. Como nos interesa seguir cobrando ese complemento anual, nos callamos y dejamos que sigan abusando los señoritos feudales, que siguen cobrándose su derecho de pernada en un acto de prostitución universitaria en el que las prostitutas consentimos en el abuso; aceptamos la relación asimétrica de violencia; en un trabajo que cada vez nos gusta menos; porque al final, recogemos el puñado de billetes con el que nos compensan por los servicios prestados.

Dice el refranero español que mal de muchos, consuelo de todos. En nuestro pecado llevamos nuestra penitencia.