El sexenio es un reconocimiento que se le aplica a cualquier persona de la universidad que se dedique a la docencia o a la investigación (PDI). Básicamente se trata de un
- Un incentivo económico de unos 100€ al mes antes de impuestos por cada sexenio reconocido, esté o no activo.
- Una rebaja en la cantidad de créditos a impartir por el profesor que suele oscilar entre los 8 y los 16 créditos sobre un máximo de 32 que puede llegar a impartir un PDI. Ésto sólo ocurre mientras el último reconocimiento está activo. Activo significa que la última vez que reconocieron un sexenio a un PDI fue hace menos de seis años.
Una herramienta que en principio fue diseñada para fomentar la excelencia investigadora, se ha convertido de facto en una hoz cuya misión es segar docentes a la menor provocación. Su fin es el de proveer carne de aula a la que hundir en una docencia cada vez más asfixiante. El efecto colateral es el de destinar los cada vez más menguantes recursos en investigación a los grupos de investigación que vayan sobreviviendo a duras penas, al tiempo que se evita que los caidos en combate puedan levantar cabeza o recuperar su capacidad investigadora, que ya nunca vendrá. Veamos algunos ejemplos de cómo lo consigue:
- Para poder obtenerlo, sólo se permite presentar 5 publicaciones de investigación por PDI
para ser evaluadas de cara a obtener un sexenio. Pero si el profesor
tiene muchas más publicaciones, ¿eso no puede contar para obtener el
reconocimiento?¿Acaso no trabajó denodadamente para obtenerlas?¿Acaso
esas publicaciones extra no están validadas por revisiones dobles ciegas
tanto las publicaciones en revistas de alto impacto como de menor?¿No
suponen también un avance para la ciencia? Por otro lado, ¿Por qué cinco y
no seis?¿Por qué no siete? Sencillamente porque si se valorara todo,
entonces el reconocimiento tendría que ser mayor y no habría coartada
para negar el reconocimiento al profesor y por lo tanto, aumentaría el gasto universitario.
- Los criterios para valorarlas se fijan arbitrariamente. Nadie sabe
por qué se corta en una puntuación dada o por qué los criterios no
pueden relajarse un poco más. Si se quiere valorar la ciencia española,
¿por qué tan poca valoración a los congresos españoles hechos en España
por y para científicos españoles? De hecho, se tiene que recurrir a la
picaresca de que para que se reconozcan un poco más en los sexenios, se admitan
a portugueses e hispanoamericanos para poder aumentar su "valía" aún
cuando el grueso de los asistentes seamos los mismos de siempre.
- Por otro lado, los criterios para valorar la valía de un congreso se
hacen depender SIEMPRE de métricas extranjeras (principalmente
norteamericanas) cuyos oscuros intereses no coinciden con los de los
científicos no estado unidenses. Por ello, el acceso a esas
publicaciones no sólo está cercenado por el uso no nativo de la lengua sino por el
sesgo norteamericano de los dueños de las editoriales y de las empresas
que miden el éxito de las mismas.
- Por otro lado, en su desvergüenza maniquea, la bestia penaliza a
aquel que se atreve a pedir el sexenio justito. El evaluado se arriesga a
perder la mitad de los seis años presentados, de forma que ya no pueden
ser considerados para el siguiente tramo de tiempo a evaluar. ¿Acaso el
hecho de no llegar al mínimo invalida su esfuerzo y valía? Es decir,
que si un PDI se presenta al sexenio y lo pierde, de facto, en la
mayoría de los casos, el PDI tiene que esperar al menos 3 años más a
poder volver a solicitarlo, de forma que si al año siguiente tuviera una
publicación que le permitiera obtenerlo de nuevo, debería esperar DOS
años más para poder hacerlo, tirando por la borda todo el trabajo de
esos años. ¿Cabe mayor desprecio por parte del ministerio al profesor?
- El Sexenio sólo se puede pedir a final de año. Es decir, que si se
dispone de la publicación hábil para obtener el sexenio en febrero, hay
que esperar hasta final del año natural para poder solicitarlo.
- Si el PDI tiene la mala suerte de poder obtener otra publicación
puntuable en el mismo año, no se puede partir el año de cara a cerrar el
periodo de evaluación. Tiene que ir siempre a años naturales completos.
Por lo tanto, el PDI pierde la nueva publicación que tiene que añadir
al periodo a evaluar sin posibilidad alguna de pasarla al siguiente.
- Por otro lado, el ministerio, hábilmente, no deja presentar los
méritos hasta final del año natural, en diciembre y espera hasta el
verano del año siguiente para comunicar el resultado de sus
evaluaciones. De esta forma, en mayo, a los profesores que no disponían
de sexenio activo se les asignará la docencia completa, sin la rebaja
correspondiente por tener sexenio para el curso siguiente. Así, al
profesor se le extraerá otro curso a docencia completa incluso aunque
haya tenido una evaluación positiva.
- La universidad, no obstante, cuando acaba el sexenio, mantiene un
año más la reducción docente a la espera de que el profesor obtenga la
evaluación positiva, incluso si al final no la hubiera obtenido. Con
ello, se produce un desfase de un año en la aplicación de las
reducciones docentes. No obstante, si el profesor se jubila mientras
tanto o abandona la docencia, ese año se lo gana la universidad. Porque,
al fin y al cabo, ha salido de las costillas del profesor
anteriormente.
- No existe un paso gradual, desde la investgación a la docencia tras
la pérdida del sexenio. Por ejemplo, si la pérdida de sexenio hace pasar
al profesor de 16 créditos anuales a 32, el primer año de la pérdida
del sexenio, se podría aumentar en 3 créditos la docencia universitaria
del profesor. Esto sería una llamada de atención para que se pusiera las pilas e
intentara ganarlo de nuevo, pero sin asfixiarlo. Si al segundo año no lo hubiera conseguido, se le
añadirían otros 3 y así sucesivamente hasta que tuviera la docencia completa u
obtuviera de nuevo el sexenio.
- ¿Qué pasa con un profesor que ha obtenido un 95% de la valoración
positiva pero no ha llegado a obtener el sexenio completo? Que lo pierde
todo y además se le penalizan tres años de su trabajo. ¿No podría optar
el profesor a disfrutar del 95% de las rebajas del sexenio?
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