viernes, 24 de abril de 2020

MUFACE KAPUT

Comenta un sindicato que la interpretación y lectura que hacen sus Servicios Jurídicos respecto de las disposiciones adicionales 5,6,7 y 8 del RD Ley 15/2020, no se desprende que vayan a ser modificadas o alteradas las pensiones de jubilación ya reconocidas o la tipología de jubilaciones a la que pueden acceder los funcionarios de carrera que adquirieron tal condición antes del 1 de enero de 2011. 
E insisten machaconamente que el régimen de Clases Pasivas se mantiene, lo que se modifica es la gestión, que se transfiere a la Seguridad Social.
Como gato escaldado, no puedo por menos que temerme lo peor de este gobierno demagogo y populista. Ya se vió en 2011 que el régimen de clases pasivas era un sistema non grato al gobierno y que si hubiera dependido sólo de ese gobierno, directamente lo habría fulminado, se no haber sido un gobierno ñoño y temeroso de la reacción airada de los funcionarios. Durante casi 10 años se ha ido reduciendo la cantidad de funcionarios que todavía continúan en el régimen de clases pasivas. Sin duda, que el CoViD19 ayudará en este aspecto.
Cada paso que da el gobierno, es siempre en la misma dirección. En el siguiente paso por acabar con las clases pasivas, el gobierno unifica la gestión de estas clases con los gestores del régimen general de la S.S. Es el primer paso. Una vez esté todo unificado y funcione todo correctamente; un par de años a lo sumo, como todos sabemos, el gobierno dará el primer paso acelerando el proceso de eliminación de MUFACE. 
En cuanto dejemos de aplaudir en los balcones y pasemos un verano "normal", comenzará la campaña de descrédito: que si es un régimen creado por la dictadura, que es un anacronismo, que si la crisis pasmosa que ha dejado el CoViD19 exige esfuerzos a todos y en especial a los apesebrados y mantenidos funcionarios, que no se puede permitir las prebendas y privilegios, que debemos ser todos iguales y toda la cohorte de manidos argumentos cuyo objetivo final es acabar con este régimen y con sus derechos adquiridos. Se fraccionarán a los funcionarios entre los S.S. y los pasivos. En lugar de exigir los S.S. los mismos derechos que los pasivos y que les negaron desde el inicio, el planteamiento será al revés, se les pondrá en contra de los "privilegiados" con el fin de ser derribados no sólo por las fuerzas externas, sino también las internas.
Malos tiempos para la lírica. Al tiempo.
Malos tiempos para la lírica.



jueves, 23 de abril de 2020

Sodomizado (otra vez)


Preliminar

Escribo este post desde el desánimo por no emplear otro epíteto más visceral. La CNEAI me ha vuelto a sodomizar. Me ha negado el sexenio de transferencia. Me siento mal y con una sensación de rabia contenida que se suma a la situación de confinamiento y stress al que estamos siendo sometidos todo el sistema educativo.
Un jarro de agua fría que llega en el peor momento del confinamiento. Cuando pienso en la semana entera que tuve que tirar por la borda buscando en el C.V. qué posibles méritos podía aportar para ser agraciado por sus señorías. Dándole vueltas por un lado, por el otro,... pensando en los pros, las posibles pegas que me podrían haber puesto,... Hubo un momento en el que estuve a punto de tirar la toalla. No habían criterios claros, era la primera vez, no se sabía a qué atenerse,... todo era confuso y caótico.
Pero me negaba a pensar que tras una vida entera de trabajo en la universidad no hubiera transferido conocimiento al entorno en el que trabajo. Finalmente me animé y me puse a preparar argumentaciones, buscar evidencias, justificantes, resultados,... muchas de esas aportaciones ni siquierea estaban oficialmente registradas. ¿Quién se iba a pensar que el ministerio iba a sacar algo así?
Después de una semana entera en la que no pude hacer nada de investigación ni docencia, tras pegarme con una aplicación en línea que colapsada,... Se pudo entregar.
Después vinieron rectificaciones, falta de documentación, búsqueda de más papeles, nuevas justificaciones. Hasta dos rectificaciones tuve que hacer. Cada una de ellas me llevó al menos dos días de mareos. Sumándolo todo, este proceso me ha llevado más de dos semanas de trabajos entre unas cosas y otras.
Después vinieron los retrasos, no se podía tener la documentación en julio del año siguiente por la ingente avalancha de peticiones, retrasos hasta final de año, sóplo se comunica resultados a algunos, vuelta a esperar y por fin, casi año y medio después, DENEGADO.

Sensaciones

Lo peor no es que me lo hayan denegado, es decir, que me aumenten magramente el complemento de productividad, sino que las esperanzas de poder reducir la ingente carga docente y su  correspondiente carga burocrática, cada vez mayor, han quedado fulminadas de golpe.
Pero lo peor ha sido el año y medio de esperanzas truncadas de un bofetón. La sensación humillante de que toda una vida educando a alumnos, realizando colaboraciones con empresas, viendo cómo tus becarios o alumnos se los iban llevando las empresas o por falta de medios, acababan teniendo que abandonar su formación para irse a trabajar,... convenios,... no ha sido suficiente para la comisión que no sólo no ha visto suficiente los méritos, sino que además, la calificación otorgada deja bien claro que no sólo no vale la pena hacer alegaciones para ver si llego al mínimo, sino que además, visto lo visto; me jubilaré antes de que pudiera conseguir los méritos suficientes como para poder optar a un sexenio de transferencia. Y mientras tanto, a coste cero, habré expuesto mis datos al ministerio para que afine su criterio de evaluación empleando minería de datos. El negocio es redondo.
En fin, uns amarga sensación de haber perdido un tiempo y unas esperanzas preciosas que podría haber dedicado a ver como las olas del mar mecían la blanca arena de la playa mediterránea. Creo que la alternativa playera hubiera sido enormemente más productiva que la solicitud del sexenio. 
Una vez más, veo cómo al final, al igual que pasa con los sexenios de investigación; se trata de poner un agujero muy pequeño y muy alto, de forma que sólo el que tenga méritos muy delgados y mayores de una determinada altura puede pasar, despreciándose ABSOLUTAMENTE cualquier otro mérito que no pase por el agujero aunque sean muchísimos y hayan costado toda una vida conseguirlos. No vaya a ser que grano a grano de polvo, al final se acumule la libra de carne que pide el ministerio.

¿Qué significa el que no te hayan dado el reconocimiento?

A eso, se suma la edad, cada vez mayor, que hace que esa carga sea cada vez más costosa de llevar.
No es sólo eso, sino que la carga docente que llevaban todos los compañeros del departamento a los que les han dado el sexenio de transferencia (merecidísimo) ahora tendrá que ser repartida entre el resto de miembros que no hayamos podido conseguirlo, porque no se va a contratar a nadie más para hacerse cargo de ese incremento de carga. Es más, si fuera posible, se rescindirían contratos.

Cuando en esta primera convocatoria se ha evaluado el trabajo de toda una vida de transferencia de conocimiento y tan sólo el 40% escaso de gente ha sido evaluado positivamente, eso significa que eliminados los agraciados, en la siguiente convocatoria, sólo se presentarán aquellos que estuvieron a punto de entrar y no lo consiguieron y el reso de los sobrados que no obtuvo suficiente.
De todos los docenes universitarios, los 100.000 hijos de S. Luís, sólo 16000 osados se atrevieron a pensar que habían hecho realmente transferencia a la sociedad de diversas maneras y por lo tanto, eran merecedores de recibir el reconocimiento. Siendo la primera vez y evaluando toda una vida de transferencia, tendrían que haber dado el 90% de las solicitudes, sabiendo que en las siguientes convocatorias sería mucho más bajo el porcentaje de admitidos dado que la cantidad de años puestos sobre la mesa iban a ser mucho menores. Pero si poniendo todos los méritos de toda una vida, sólo se han reconocido menos de la mitad de los presentados, de repente ya sabemos que, como de costumbre, todo era un postureo para aparentar un apoyo que acaba resultando en inexistente. ¿Cómo vamos a poder obtener los méritos suficientes en los próximos 6 años para obtener el siguiente reconocimiento si con todos los méritos de una vida ha sido insuficiente?

Una vuelta de tuerca más. Complementos retributivos

Parecía que no queríamos afrontarlo. Lo negábamos, intentando autoconvencernos de la evidencia que nos advertía de sus verdaderas intenciones. Pero es cierto.
Primero fue separar la joya de la corona del complemento retributivo de final de año (complemento de productividad) en diferentes aspectos: docente, gestión e investigador siguiendo la táctica de dividir para vencer. Ya no había uno, sino tres.
Los siguiente que hizo el león de consellería fue seleccionar a la presa más débil, siguiendo la pauta del felino: la parte investigadora. Duante todo el año 2019, la Consellería estuvo toreando al torito bravucón, que no bravo, de la UPV hasta que finalmente se le comenzó a ver el plumero en febrero que, tal y como lo había advertido, tenía pensado comérselo para siempre. De hecho, en diciembre de 2019, no se pagó esa parte. El resto del pasto quedó a salvo. Al menos, por el momento. 
Sabiendo la manada universitaria que el león de consellería no tiene límite en su apetito insaciable de fondos y temerosa de que acabe por devorar todo el complemento retributivo de productividad, la manada se puso de perfil y lanzó un tenue balido, sin molestar en marzo.
Porque la manada universitaria, antaño reivindicativa en su juventud democrática allápor los 70, se ha tornado ahora en vieja y asustadiza, como corresponde a su edad, cada vez más anciana y decrépita debido a los recortes y al ERE encubierto al que se le ha sometido desde hace años.
En ello que apareció el cisne negro del CoViD19 que le ha venido de perlas al León. Ciertamente el León no provocó la aparición del cisne negro para lograr sus objetivos, pero sí que ha sabido aprovechar muy bien su aparición para conducir la situación en beneficio propio:
  1. Ya no se habla del complemento por productividad. Se cerraron las bocas que habían comenzado a balar quejándose de la falta de forraje antaño disponible.
  2. Toda la atención está concentrada en la belleza trágica del cisne negro.
  3. Las consecuencias del cisne se prolongarán por mucho tiempo y los gastos originados por sus destrozos serán de tal calibre que el león tendrá la coartada perfecta no sólo para acabar de zamparse lo que ha quedado del pasto sino para reducir aún más la cuantía de los pastos alternativos: complemento retributivo de Consellería y reducción de presupuestos de investigación.
Llegados a ese punto, la situación, el itinerario (no hoja de ruta) que va a seguir la Consellería será el siguiente, 
  1. Se consolida la pérdida del componente de productividad de investigación. Se asume que los sexenios ya se encargan de eso.
  2. Se reducen los presupuestos universitarios y también los de investigación, que además priorizarán las líneas de actuación de cualquier cosa que suene a CoViD19, eso sí, con perspectiva de género. Que no falte una buena perspectiva que se enfurecen los cachorros.
  3. La reducción de presupuestos universitarios llevará a la UPV a reducir los complementos de productividad o incluso a eliminarlos dejando sólo como alternativa los complementos de la Consellería que, a su vez, también se reducirán.
  4. Llegados a este punto, la diferencia entre lo que podría llegar a pagar la universidad y la consellería, debería justificar que el exiguo complemento propio de la UPV se derive a que todos los profesores titulares que están a 32 créditos pasaran, cumpliendo el RD 898/1985 a 24.

martes, 14 de abril de 2020

Teletrabajo

Se entiende por Teletrabajo una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador en la empresa durante una parte importante de su horario laboral.
Esto implica el uso de métodos de procesamiento electrónico de información, tanto hardware com osoftware así como el uso permanente de algún medio de telecomunicación para el contacto entre el teletrabajador y la empresa.
A esto se le añade que el trabajador debe reservar un espacio, cuya adquisición corre por su cuenta, para poder realizar la misma actividad en casa que en el trabajo. Ese espacio necesita un mantenimiento de calefacción, limpieza y sobre todo, aparece un apreciable consumo de energía eléctrica debido al uso de dispositivos electrónicos de procesamiento de la información y de telecomunicaciones para poder acceder a internet. Típicamente un ordenador, sistemas de almacenamiento de información y router con tarifa plana de acceso a internet.
Todas estas servidumbres deben de correr por parte de la empresa para la cual, se realizan estas actividades remuneradas desde casa.
Si la actividad se desarrolla en casa, se entiende que el consumo eléctrico del centro de trabajo se reduce porque 
  1. No hay consumo de luz por parte de un ordenador que ahora está consumiendo esa luz en casa del trabajador. 
  2. La refrigeración o calefacción del lugar de trabajo es menor al no disipar calor el ordenador del puesto de trabajo ni el propo trabajador en la empresa.
Por otro lado, el ordenador personal del trabajador se está dedicando a realizar tareas de la empresa y ese uso debe de ser cofinanciado por parte de la empresa o sufragado en su totalidad adquiriendo los equipos que se ponen a disposición del trabajador para la realización de sus funciones.

CoVid-19

Como consecuencia de la declaración de alarma y la decisión de cerrar las universidades pasando todo a formación a distancia, TODA LA DOCENCIA ha pasado a realizarse en formato virtual, empleando para ello el teletrabajo de manera forzada y dictatorial para todo el PDI.
Ha sido decretada sin derecho a protestar, estuviera o no capacitado el profesorado para ello, hubiera recibido o no formación. Se ha asumido que todo el profesorado estaba cualificado y si no, puede cualificarse a si mismo sometiéndose a formación autodidacta que le autocapacite. El esfuerzo ha sido titánico y sobrevenido.
Pocas universidades españolas han tenido la visión de facilitar o al menos regular el teletrabajo en sus centros. Honrosas excepciones son la universidad de Zaragoza desde 2012,  Pais Vasco desde 2014, la UNED y poquitas más.
De acuerdo con ello, la universidad se ha comportado como el peor de los empresarios posibles, salvo honrosas excepciones:
  1. No ha tenido una visión estratégica que la posicionara en teleformación y teletrabajo. Muchas universidades no cuentan en absoluto con ningún plan de teletrabajo, siendo obligatoria la presencialidad para todos sus empleados.
  2. No se han establecido planes de contingencia para casos como catástrofes naturales o epidemias más allá de réplicas de datos en lugares remotos.
  3. No se ha formado a todo el personal de manera obligatoria ni se le ha reducido su carga docente o administrativa para hacer hueco en la apretada jornada laboral al esfuerzo formativo.
  4. No se ha ido fomentando en estos años pasados la paulatina deslocalización del personal para que algún día a la semana o al mes pudiera trabajar en casa aunque fuera empleando como coartada la famosa conciliación familiar.
  5. No se ha dotado a sus empleados de material informático para que pueda realizar sus funciones desde casa o al menos, no se ha compartido ni subvencionado al empleado por el hecho de poner sus equipos personales en casa a disposición de la empresa.
  6. No se ha corrido con el gasto de pagar total o parcialmente la línea de datos que está a cargo del trabajador y que este debe de poner al servicio de la empresa.
  7. Tampoco se ha gratificado al trabajador por el gasto de alquiler o adquisición del lugar de trabajo en casa.
  8. Tampoco se le paga la luz de la calefacción o refrigeración del local en el que realiza su actividad profesional.
Pero luego, bien que sabe ponerse sus medallas a coste cero.