martes, 29 de diciembre de 2020

Consolidando avances

Por segundo año consecutivo, nos han eliminado de nuevo el complemento docente de incentivos. Este año duele especialmente porque coincide que es el año en el que, personalmente, ha sido el más abultado. Casi una paga extra que ha vuelto a volar por los aires.

Duele especialmente porque, además, el esfuerzo realizado durante el año ha sido abrumador con todo el tema del coronavirus. Duele porque da igual que te hayas dejado los lomos trabajando o no, que te hayas desvivido o no con los alumnos, que hayas tirado 12h de media diaria atendiendo a alumnos y gestiones de la docencia o no. Da igual. Vas a cobrar lo mismo. 

He notado a la gente casada por videoconferencia. La he visto más vieja. La pandemia ha sido utilizada para hacer caer al árbol de los profesores para a reglón seguido hacer leña con su complemento de productividad. Y esto, además, les ha venido fenomenal para retrasar el pago de los complementos retributivos por dos meses más. Y a cambio, un par de palmaditas en la espalda con la boca pequeña, departamentos cada vez más saturados, con menos docentes, con menos capacidad física para hacerse cargo de bajas, que siempre se remuneran a posteriori y siempre salen de las costillas de profesores ya de por si sobrecargados por nuevas titulaciones que no dejan de abrirse, por mayores cargas administrativas, por impartir docencia en nuevos formatos en línea, síncrona, asíncrona,...

Y mientras tanto, el año que viene, una vuelta de tuerca más: se jubilan más profesores en cuanto pueden para dejar atrás este infierno docente al tiempo que no se incorporan nuevas plazas. Las poquísimas que salen sólo sirven para promocionar a contratados que pasan a funcionarios, pero que no se sustituyen las plazas amortizadas de contratados por nuevos contratos.


viernes, 3 de julio de 2020

#TLM Teachers Life Matters

Si un profesor contratado cuesta 30.000€ al año y tiene que impartir 24 créditos, eso sale a no menos de 1.000€ por crédito impartido.
Simplemente para que un profesor de cualquier departamento de la universidad pueda disponer de una holgura vegetativa de un crédito en el Plan de Ordenación Docente, se necesitaría que el sueldo del profesor disminuyera en 1.000€. Es crédito es para cubir bajas por enfermedad durante el curso, ausencias por nacimientos,...
Una forma de sacarle ese dinero puede hacerse sisando esos 1.000€ del complemento de productividad al final del año por cada crédito que quisiera quitarse de encima o reconocerle la universidad por motivos de la excelencia en su trabajo.
En mi caso, me han reconocido 4c por la calidad y cantidad de docencia que llevo adelante pero la universidad me dice que, nuestra carga docente todavía no llega al límite para poder contratar personal y por lo tanto, que sus reconocimientos no tienen validez y me obligan a impartir todos los créditos. Es una buena forma de motivar al profesorado. Hagas lo que hagas, no importa una haba. Te comes los créditos máximos que te podamos endorsar y no te endorsamos más porque no podemos. Que si no...
Como de costumbre, vuelve a repetirse el mantra de mi labor investigadora y mi "carga" docente.
Esta universidad, en su afan de buscar carne de aula, a la menor oportunidad que le da el sexenio caído, te endorsa los 32c seas catedrático o contratado. Veamos pr qué le interesa a la universidad meterte los créditos
Si la universidad aceptara el límite de 24 créditos significaría que el 30% de los profesores de esta universidad pasarían de 32 a 24c. Eso significaría que habría que contratar profesorado para impartir la cuarta parte de la docencia de un tercio del profesorado, Haciendo números, 1/3 * 1/4 = 1/12 = 8%
Es decir, que sólo con esta medida, la UPV se está ahorrando el 8% del presupuesto de personal. Sin contar los reconocimientos, que tampoco paga.
Como ese 8% sale de las costillas de los pringaos de 32c, eso significa que cada 3 años, cada profesor de 32c tiene que impartir la docencia que de modo normal, haría en 4. Es decir, que están sobrecargados al 25% para que los señoritos catedráticos estén, de media, al 75% de su carga docente, ya de por sí, menguada.
Se busca carne de aula porque estamos en un callejón sin salida en el que no hay margen de maniobra porque no se gestionan presupuestos, sino miserias. Y mientras tanto, los centros, sacando más titulaciones, más optativas,... y aumentando la carga docente en una situación cada vez más menguante de personal, no sólo en cantidad sino en edad.

Régimen esclavista

La primera universidad de España, lo es porque se basa en un régimen esclavista (#TLM Teachers Life Matters) en el que se explota a un tercio de esclavos cualificados blancos, haciéndoles impartir cada tres años la docencia que en condiciones normales impartirían en cuatro. Así lo reconoce su NORMATIVA  DE  ORGANIZACIÓN  ACADÉMICA. Ya en el preámbulo se llena la boca con yoyadijes al Plan Estratégico  2007-2014  donde se compromete a propiciar un capital humano comprometido con la   excelencia docente, investigadora y de gestión  pero que en sus tres primeros artículos, revienta sin remordimientos en una actitud digna de análisis psiquiátrico. Existen muchas recomendaciones y análisis que refuerzan el límite de 24c. Pero lo que es clamoroso esque no dudan en saltarse la nota sobre el régimen de dedicación delprofesorado universitario del Ministerio de Educación Y Ciencia del año 2012, en el que se indica claramente que:
  1. Cada Universidad podrá establecer regímenes diferenciados de dedicación, pero sea cual sea la opción que haga, lo deberá hacer en el marco del Decreto 898/1985, de obligada referenciaa este respecto.
  2. Cualquier normativa universitaria sobre elaboración de los POD, o cualquier plan que pretenda aprobar un Departamento,que suponga una asignación superior a las 8 horas lectivas semanales máximas que establece el referido Decreto, deberá ser considerada ilegal.
Con ello saca dinero para pagar sus políticas y premiar gestión universitaria que ni está reconocida ni tiene presupuesto ofiical, pero sí de facto tanto en complemento retributivo como en docencia que no se imparte y que sale de las costillas de los esclavos.

lunes, 18 de mayo de 2020

Excelencia docente

Felicitaciones

No hace mucho, recibí una carta en papel, a la vieja usanza, firmada de puño y letra por el excelentísimo y magnífico en la que textualmente me decía
"Me es grato transmitirle la enhorabuena en nombre de la Universitat Politècnica de València, y mi felicitación personal, por el magnfico resultado que has logrado en el proceso de medición y evaluación de la calidad docente, bla, bla, bla, al obtener la calificación de Excelente en el Indice de Actividad Docente."
Sigue la misiva embadurnando
"Constituye un orgullo para esta Universitat Politècnica de València contar con un profesorado comprometido, que se implica en la labor docente con la dedicación e intensidad que tú has demostrado"
No sólo esto sino que además, sigue afirmando el magnífico señor que
"... resulta aún más satisfactorio constatar la positiva valoración que recibes por parte del alumnado que te ha demostrasto el aprecio y la consideración por tu sobresaliente trabajo."
No sigo con el pie de página porque vais a pensar que este post es fruto de mi deseo de ser adulado.

Consecuencias

Debido a mis desvelos académicos, a mi profesionalidad reconocida, ni más ni menos que por el mismísimo rector de la UPV; debido al reconocimiento que me han otorgado mis alumnos, debido a todo esto, esta año tengo que asumir 3.75 créditos más de docencia e impartir 9 asignaturas diferentes habida cuenta de la especialidad que imparto y de la atomización exagerada en la que han caído los planes de estudios.
Es decir, que como soy tan bueno, es una lástima desperdiciarme y como consecuencia de mis desvelos, este año, cobrando menos que el año pasado (complemento de productividad investigadora correspondiente a 2019 no se ha pagado ni se pagará bajo coartada del CoViD19), deberé dar un 15% más de docencia. Mi productividad se ha incrementado, por real decreto, un 20% en un solo año. Es lo que tiene ser excelente, como el rector.
De esta manera, los profesores que se dedican a investigar, siempre según el ministerio que lo reconoce, y que imparten por ello menos clases, podrán seguir dando menos clases gracias a los sexenios de investigación. sexenios inalcanzables para los profesores titulares que queremos también investigar y que jamás podremos alcanzar porque una vez hundido en el pozo de los 32 créditos, sin tiempo para nada más que no sea la docencia, jamás podremos salir de nuestro atolladero gracias a la decisión del señor Wert, secundada tanto por Rajoy como por Zapatero como por Sánchez.
Sin tiempo para investigar, sin méritos de investigación que poder aportar para poder competir en el durísimo mercado de ayudas estatales para la investigación y sin proyectos, becarios, doctorandos que te puedan ayudar, nuestro triste destino es ser fagocitados por la bestia en la que se ha convertido la universidad que, en sus ansias de obtener carne de aula a buen precio, no duda, como hacía Saturno, en deborar a sus propios hijos.

Corolario

Cuando era pequeño, a veces, hacíamos la guerra contra el barrio vecino al nuestro y, de forma coordinada, nos juntábamos todos los de este barrio para tirar piedras contra el otro. Lo que más molestaba no es que te dieran una pedrada en la cabeza y que comenzaras a chorrear sangre, aunque también doliera lo suyo. No era el acto en si mismo, sino que además, se te reían los contrarios y se enorgullecían de haberlo hecho. Al igual que Jesús, cosido por clavos de obra bastos por culpa de la decisión del sanedrín, tenía que soportar los sarcasmos de los sumos sacerdotes que le invitaban a bajarse de la misma si era realmente el hijo de Dios.
De igual forma, hoy puedo decir, que no sólo me molesta el abuso que practica la universidad con sus profesores sino que además, tenga que soportar la sorna del rector en forma de sarcasmo epistolar. No puedo por menos que decir: Gracias.

domingo, 3 de mayo de 2020

Discriminación

Lo llaman discriminación positiva.
Como regla general que debe seguir todo gato escaldado, siempre que veas un apellido o que es necesario adjetivar a un nombre para poder definirlo, témete lo peor.
Típicamente, te encontrarás ante un sofisma. Es decir,  ante el intento por parte del que lo ha creado de darte gato por liebre. Guarda segundas intenciones que no quiere desvelar porque se vería el engaño.

Ejemplo

Es el caso de la universidad y pongo por ejemplo a la UPV, y en concreto a la serie de 33 vídeos que ha colgado recientemente para potenciar y mostrar a los potenciales alumnos qué pueden estudiar en las carreras que ofrece. El esfuerzo es encomiable. Está bien pensado. Se norta la imagen corporativa de la universidad, la uniformidad de un hilo conductor y de un esquema que se repite en todos los vídeos: son vídeos cortos de minuto y medio, tienen todos la misma banda sonora, sale siempre un alumno, un profe, imágenes de la escuela y alumnos en clase y salidas profesionales.
Hasta aquí, nada que objetar. Es cierto también que los estuidos STEM se han caracterizado siempre por una presencia minoritaria de alumnas frente a alumnos. Está claro que, a pesar de que las mujeres disponen de mejores notas de entrada en la universidad y existe un claro interés por parte de los organismos públicos de que entren en determinados estudios, éstas siguen prefiriendo mayoritariamente otras opciones.

Volviendo al tema de los vídeos, el esquema seguido es el siguiente:
  1. Entradilla con nombre de la titulación que presenta.
  2. Declaraciones de alumno de la titulación donde indica por qué ha elegido la titulación y lo que espera de ella.
  3. Declaración de un profesor indicando las salidas profesionales y qué se aprende en la carrera.
  4. Declaración de un egresado que ya está incorporado al mundo laboral indicando a qué se dedica y qué hace en la empresa.

Crítica

Es curioso observar en la mayoría de los vídeos cómo, en las carreras en las que mayoritariamente el 80% de su alumnado es masculino, se ha elegido sistemáticamente a alumnas para que den su testimonio. 
Esto es normal en carreras donde la presencia femenina puede ser más relevante, pero estadísticamente hablando, es una anomalía que no representa la realidad a la que pretenden aproximar desde estos vídeos.
El engaño viene creado deliberadamente ya desde el principio porque primero se genera una escasez deliberada :sólo se puede poner un testimonio de un alumno. ¿Por qué?¿Por qué no se puede poner dos?¿Por qué no se puede partir el testimonio en dos medios, uno femenino y otro masculino?
El engaño sale a la luz enseguida en los mismos vídeos al buscar profesionales y profesores que impartan docencia en la titulación. Puede verse claramente como, en las carreras más masculinizadas, suele aparecer un profesor y un profesional mientras que en aquellas carreras más feminizadas, aparece siempre una profesora y una profesional.
Incluso asumiendo la paridad perfecta en todos los vídeos, eso sería poco representativo de una profesión en la que las proporciones están tan desbalanceadas. Incluso así, sería una representación injusta.
Por ejemplo, el vídeo de restauración de bienes culturales está compuesto exclusivamente por mujeres, a pesar de que la proporción de mujeres en la carrera no es del 100%.

¿Se imaginan esos mismos vídeos sacando porporciones simplemente representativas de cada titulación?
¿Se imaginan que la representación fuera mayoritariamente masculina?¿Se imaginan los alaridos en el cielo hembrista que pondrían los sindicatos y demás comisarios y guardianes de la corrección política?

viernes, 24 de abril de 2020

MUFACE KAPUT

Comenta un sindicato que la interpretación y lectura que hacen sus Servicios Jurídicos respecto de las disposiciones adicionales 5,6,7 y 8 del RD Ley 15/2020, no se desprende que vayan a ser modificadas o alteradas las pensiones de jubilación ya reconocidas o la tipología de jubilaciones a la que pueden acceder los funcionarios de carrera que adquirieron tal condición antes del 1 de enero de 2011. 
E insisten machaconamente que el régimen de Clases Pasivas se mantiene, lo que se modifica es la gestión, que se transfiere a la Seguridad Social.
Como gato escaldado, no puedo por menos que temerme lo peor de este gobierno demagogo y populista. Ya se vió en 2011 que el régimen de clases pasivas era un sistema non grato al gobierno y que si hubiera dependido sólo de ese gobierno, directamente lo habría fulminado, se no haber sido un gobierno ñoño y temeroso de la reacción airada de los funcionarios. Durante casi 10 años se ha ido reduciendo la cantidad de funcionarios que todavía continúan en el régimen de clases pasivas. Sin duda, que el CoViD19 ayudará en este aspecto.
Cada paso que da el gobierno, es siempre en la misma dirección. En el siguiente paso por acabar con las clases pasivas, el gobierno unifica la gestión de estas clases con los gestores del régimen general de la S.S. Es el primer paso. Una vez esté todo unificado y funcione todo correctamente; un par de años a lo sumo, como todos sabemos, el gobierno dará el primer paso acelerando el proceso de eliminación de MUFACE. 
En cuanto dejemos de aplaudir en los balcones y pasemos un verano "normal", comenzará la campaña de descrédito: que si es un régimen creado por la dictadura, que es un anacronismo, que si la crisis pasmosa que ha dejado el CoViD19 exige esfuerzos a todos y en especial a los apesebrados y mantenidos funcionarios, que no se puede permitir las prebendas y privilegios, que debemos ser todos iguales y toda la cohorte de manidos argumentos cuyo objetivo final es acabar con este régimen y con sus derechos adquiridos. Se fraccionarán a los funcionarios entre los S.S. y los pasivos. En lugar de exigir los S.S. los mismos derechos que los pasivos y que les negaron desde el inicio, el planteamiento será al revés, se les pondrá en contra de los "privilegiados" con el fin de ser derribados no sólo por las fuerzas externas, sino también las internas.
Malos tiempos para la lírica. Al tiempo.
Malos tiempos para la lírica.



jueves, 23 de abril de 2020

Sodomizado (otra vez)


Preliminar

Escribo este post desde el desánimo por no emplear otro epíteto más visceral. La CNEAI me ha vuelto a sodomizar. Me ha negado el sexenio de transferencia. Me siento mal y con una sensación de rabia contenida que se suma a la situación de confinamiento y stress al que estamos siendo sometidos todo el sistema educativo.
Un jarro de agua fría que llega en el peor momento del confinamiento. Cuando pienso en la semana entera que tuve que tirar por la borda buscando en el C.V. qué posibles méritos podía aportar para ser agraciado por sus señorías. Dándole vueltas por un lado, por el otro,... pensando en los pros, las posibles pegas que me podrían haber puesto,... Hubo un momento en el que estuve a punto de tirar la toalla. No habían criterios claros, era la primera vez, no se sabía a qué atenerse,... todo era confuso y caótico.
Pero me negaba a pensar que tras una vida entera de trabajo en la universidad no hubiera transferido conocimiento al entorno en el que trabajo. Finalmente me animé y me puse a preparar argumentaciones, buscar evidencias, justificantes, resultados,... muchas de esas aportaciones ni siquierea estaban oficialmente registradas. ¿Quién se iba a pensar que el ministerio iba a sacar algo así?
Después de una semana entera en la que no pude hacer nada de investigación ni docencia, tras pegarme con una aplicación en línea que colapsada,... Se pudo entregar.
Después vinieron rectificaciones, falta de documentación, búsqueda de más papeles, nuevas justificaciones. Hasta dos rectificaciones tuve que hacer. Cada una de ellas me llevó al menos dos días de mareos. Sumándolo todo, este proceso me ha llevado más de dos semanas de trabajos entre unas cosas y otras.
Después vinieron los retrasos, no se podía tener la documentación en julio del año siguiente por la ingente avalancha de peticiones, retrasos hasta final de año, sóplo se comunica resultados a algunos, vuelta a esperar y por fin, casi año y medio después, DENEGADO.

Sensaciones

Lo peor no es que me lo hayan denegado, es decir, que me aumenten magramente el complemento de productividad, sino que las esperanzas de poder reducir la ingente carga docente y su  correspondiente carga burocrática, cada vez mayor, han quedado fulminadas de golpe.
Pero lo peor ha sido el año y medio de esperanzas truncadas de un bofetón. La sensación humillante de que toda una vida educando a alumnos, realizando colaboraciones con empresas, viendo cómo tus becarios o alumnos se los iban llevando las empresas o por falta de medios, acababan teniendo que abandonar su formación para irse a trabajar,... convenios,... no ha sido suficiente para la comisión que no sólo no ha visto suficiente los méritos, sino que además, la calificación otorgada deja bien claro que no sólo no vale la pena hacer alegaciones para ver si llego al mínimo, sino que además, visto lo visto; me jubilaré antes de que pudiera conseguir los méritos suficientes como para poder optar a un sexenio de transferencia. Y mientras tanto, a coste cero, habré expuesto mis datos al ministerio para que afine su criterio de evaluación empleando minería de datos. El negocio es redondo.
En fin, uns amarga sensación de haber perdido un tiempo y unas esperanzas preciosas que podría haber dedicado a ver como las olas del mar mecían la blanca arena de la playa mediterránea. Creo que la alternativa playera hubiera sido enormemente más productiva que la solicitud del sexenio. 
Una vez más, veo cómo al final, al igual que pasa con los sexenios de investigación; se trata de poner un agujero muy pequeño y muy alto, de forma que sólo el que tenga méritos muy delgados y mayores de una determinada altura puede pasar, despreciándose ABSOLUTAMENTE cualquier otro mérito que no pase por el agujero aunque sean muchísimos y hayan costado toda una vida conseguirlos. No vaya a ser que grano a grano de polvo, al final se acumule la libra de carne que pide el ministerio.

¿Qué significa el que no te hayan dado el reconocimiento?

A eso, se suma la edad, cada vez mayor, que hace que esa carga sea cada vez más costosa de llevar.
No es sólo eso, sino que la carga docente que llevaban todos los compañeros del departamento a los que les han dado el sexenio de transferencia (merecidísimo) ahora tendrá que ser repartida entre el resto de miembros que no hayamos podido conseguirlo, porque no se va a contratar a nadie más para hacerse cargo de ese incremento de carga. Es más, si fuera posible, se rescindirían contratos.

Cuando en esta primera convocatoria se ha evaluado el trabajo de toda una vida de transferencia de conocimiento y tan sólo el 40% escaso de gente ha sido evaluado positivamente, eso significa que eliminados los agraciados, en la siguiente convocatoria, sólo se presentarán aquellos que estuvieron a punto de entrar y no lo consiguieron y el reso de los sobrados que no obtuvo suficiente.
De todos los docenes universitarios, los 100.000 hijos de S. Luís, sólo 16000 osados se atrevieron a pensar que habían hecho realmente transferencia a la sociedad de diversas maneras y por lo tanto, eran merecedores de recibir el reconocimiento. Siendo la primera vez y evaluando toda una vida de transferencia, tendrían que haber dado el 90% de las solicitudes, sabiendo que en las siguientes convocatorias sería mucho más bajo el porcentaje de admitidos dado que la cantidad de años puestos sobre la mesa iban a ser mucho menores. Pero si poniendo todos los méritos de toda una vida, sólo se han reconocido menos de la mitad de los presentados, de repente ya sabemos que, como de costumbre, todo era un postureo para aparentar un apoyo que acaba resultando en inexistente. ¿Cómo vamos a poder obtener los méritos suficientes en los próximos 6 años para obtener el siguiente reconocimiento si con todos los méritos de una vida ha sido insuficiente?

Una vuelta de tuerca más. Complementos retributivos

Parecía que no queríamos afrontarlo. Lo negábamos, intentando autoconvencernos de la evidencia que nos advertía de sus verdaderas intenciones. Pero es cierto.
Primero fue separar la joya de la corona del complemento retributivo de final de año (complemento de productividad) en diferentes aspectos: docente, gestión e investigador siguiendo la táctica de dividir para vencer. Ya no había uno, sino tres.
Los siguiente que hizo el león de consellería fue seleccionar a la presa más débil, siguiendo la pauta del felino: la parte investigadora. Duante todo el año 2019, la Consellería estuvo toreando al torito bravucón, que no bravo, de la UPV hasta que finalmente se le comenzó a ver el plumero en febrero que, tal y como lo había advertido, tenía pensado comérselo para siempre. De hecho, en diciembre de 2019, no se pagó esa parte. El resto del pasto quedó a salvo. Al menos, por el momento. 
Sabiendo la manada universitaria que el león de consellería no tiene límite en su apetito insaciable de fondos y temerosa de que acabe por devorar todo el complemento retributivo de productividad, la manada se puso de perfil y lanzó un tenue balido, sin molestar en marzo.
Porque la manada universitaria, antaño reivindicativa en su juventud democrática allápor los 70, se ha tornado ahora en vieja y asustadiza, como corresponde a su edad, cada vez más anciana y decrépita debido a los recortes y al ERE encubierto al que se le ha sometido desde hace años.
En ello que apareció el cisne negro del CoViD19 que le ha venido de perlas al León. Ciertamente el León no provocó la aparición del cisne negro para lograr sus objetivos, pero sí que ha sabido aprovechar muy bien su aparición para conducir la situación en beneficio propio:
  1. Ya no se habla del complemento por productividad. Se cerraron las bocas que habían comenzado a balar quejándose de la falta de forraje antaño disponible.
  2. Toda la atención está concentrada en la belleza trágica del cisne negro.
  3. Las consecuencias del cisne se prolongarán por mucho tiempo y los gastos originados por sus destrozos serán de tal calibre que el león tendrá la coartada perfecta no sólo para acabar de zamparse lo que ha quedado del pasto sino para reducir aún más la cuantía de los pastos alternativos: complemento retributivo de Consellería y reducción de presupuestos de investigación.
Llegados a ese punto, la situación, el itinerario (no hoja de ruta) que va a seguir la Consellería será el siguiente, 
  1. Se consolida la pérdida del componente de productividad de investigación. Se asume que los sexenios ya se encargan de eso.
  2. Se reducen los presupuestos universitarios y también los de investigación, que además priorizarán las líneas de actuación de cualquier cosa que suene a CoViD19, eso sí, con perspectiva de género. Que no falte una buena perspectiva que se enfurecen los cachorros.
  3. La reducción de presupuestos universitarios llevará a la UPV a reducir los complementos de productividad o incluso a eliminarlos dejando sólo como alternativa los complementos de la Consellería que, a su vez, también se reducirán.
  4. Llegados a este punto, la diferencia entre lo que podría llegar a pagar la universidad y la consellería, debería justificar que el exiguo complemento propio de la UPV se derive a que todos los profesores titulares que están a 32 créditos pasaran, cumpliendo el RD 898/1985 a 24.

martes, 14 de abril de 2020

Teletrabajo

Se entiende por Teletrabajo una forma flexible de organización del trabajo que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador en la empresa durante una parte importante de su horario laboral.
Esto implica el uso de métodos de procesamiento electrónico de información, tanto hardware com osoftware así como el uso permanente de algún medio de telecomunicación para el contacto entre el teletrabajador y la empresa.
A esto se le añade que el trabajador debe reservar un espacio, cuya adquisición corre por su cuenta, para poder realizar la misma actividad en casa que en el trabajo. Ese espacio necesita un mantenimiento de calefacción, limpieza y sobre todo, aparece un apreciable consumo de energía eléctrica debido al uso de dispositivos electrónicos de procesamiento de la información y de telecomunicaciones para poder acceder a internet. Típicamente un ordenador, sistemas de almacenamiento de información y router con tarifa plana de acceso a internet.
Todas estas servidumbres deben de correr por parte de la empresa para la cual, se realizan estas actividades remuneradas desde casa.
Si la actividad se desarrolla en casa, se entiende que el consumo eléctrico del centro de trabajo se reduce porque 
  1. No hay consumo de luz por parte de un ordenador que ahora está consumiendo esa luz en casa del trabajador. 
  2. La refrigeración o calefacción del lugar de trabajo es menor al no disipar calor el ordenador del puesto de trabajo ni el propo trabajador en la empresa.
Por otro lado, el ordenador personal del trabajador se está dedicando a realizar tareas de la empresa y ese uso debe de ser cofinanciado por parte de la empresa o sufragado en su totalidad adquiriendo los equipos que se ponen a disposición del trabajador para la realización de sus funciones.

CoVid-19

Como consecuencia de la declaración de alarma y la decisión de cerrar las universidades pasando todo a formación a distancia, TODA LA DOCENCIA ha pasado a realizarse en formato virtual, empleando para ello el teletrabajo de manera forzada y dictatorial para todo el PDI.
Ha sido decretada sin derecho a protestar, estuviera o no capacitado el profesorado para ello, hubiera recibido o no formación. Se ha asumido que todo el profesorado estaba cualificado y si no, puede cualificarse a si mismo sometiéndose a formación autodidacta que le autocapacite. El esfuerzo ha sido titánico y sobrevenido.
Pocas universidades españolas han tenido la visión de facilitar o al menos regular el teletrabajo en sus centros. Honrosas excepciones son la universidad de Zaragoza desde 2012,  Pais Vasco desde 2014, la UNED y poquitas más.
De acuerdo con ello, la universidad se ha comportado como el peor de los empresarios posibles, salvo honrosas excepciones:
  1. No ha tenido una visión estratégica que la posicionara en teleformación y teletrabajo. Muchas universidades no cuentan en absoluto con ningún plan de teletrabajo, siendo obligatoria la presencialidad para todos sus empleados.
  2. No se han establecido planes de contingencia para casos como catástrofes naturales o epidemias más allá de réplicas de datos en lugares remotos.
  3. No se ha formado a todo el personal de manera obligatoria ni se le ha reducido su carga docente o administrativa para hacer hueco en la apretada jornada laboral al esfuerzo formativo.
  4. No se ha ido fomentando en estos años pasados la paulatina deslocalización del personal para que algún día a la semana o al mes pudiera trabajar en casa aunque fuera empleando como coartada la famosa conciliación familiar.
  5. No se ha dotado a sus empleados de material informático para que pueda realizar sus funciones desde casa o al menos, no se ha compartido ni subvencionado al empleado por el hecho de poner sus equipos personales en casa a disposición de la empresa.
  6. No se ha corrido con el gasto de pagar total o parcialmente la línea de datos que está a cargo del trabajador y que este debe de poner al servicio de la empresa.
  7. Tampoco se ha gratificado al trabajador por el gasto de alquiler o adquisición del lugar de trabajo en casa.
  8. Tampoco se le paga la luz de la calefacción o refrigeración del local en el que realiza su actividad profesional.
Pero luego, bien que sabe ponerse sus medallas a coste cero.

 

martes, 31 de marzo de 2020

CoVid19

Teniendo en cuenta el esfuerzo que representa generar contenidos en línea dedicados a la teleformación, el coste de adquisicion de las competencias tecnológicas necesarias para poder desarrollar estos contenidos con un mínimo de calidad y las compensaciones que ofrece la universidad, el CoVid19 ha venido como agua de mayo en marzo:
  1. Por real decreto universitario, se ha tomado la medida de choque de pasar TODA la docencia tradicional y presencial, a docencia EN LÍNEA.
  2. Si bien inicialmente se decidió la suspensión en todos los campus de todas las actividades extraacadémicas, de extensión universitaria, culturales, deportivas, de formación permanente, actos y eventos en sedes universitarias, jornadas y, en general, todas las que no correspondan a la docencia reglada, posteriormente la presencia física en la universidad está prohibida.
  3. Por lo tanto, no puedes contar con asistencia técnica ni infraestructura para poder realizar los contenidos docentes necesarios para poder impartir la docencia en línea.
Es decir, que tienes que convertir de golpe, toda la docencia que tienes presencial en docencia a distancia, quemando tus vacaciones de Fallas y de Semana Santa/Pascua para preparar todo el contenido, tienes que aprender tecnologías de gestión de asignaturas en línea de terceros, que no son tecnologías abiertas y son dependientes totalmente de estos terceros: O365, Teams, Skype, Meet, Zoom...
Tienes que aprender a realizar contenidos docentes nuevos y todo además, te lo costeas tu y contrarreloj.
De repente, con coste cero, tienes a todos los profesores universitarios quemando más horas que un reloj, autoformándose y preparados para realizar el salto universitario a distancia de toda la universidad española, sin prácticamente gasto ni reconocimiento docente de ningún tipo.
En el principio, el profesorado sólo tenía un tipo de alumno normalizado al que tenía que darle servicio: el presencial. La cantidad de alumnos que trabajaban e iban obteniendo la titulación era insignificante. Este perfil fue incrementando su número y pronto se añadió a la docencia como otro perfil propio al que había que satisfacer. Así apareció la necesidad e adaptar todas las asignauras también para los alumnos no presenciales. Erasmus y demás alumnado extranjero, añadió otro perfil a la lista de la tipología de alumnado a la que tenemos que dar servicio.
Con este personal ya autoformado forzosamente para la educación a distancia, ahora, la universidad  ya puede añadir a  esta lista a los alumnos de educación a distancia, no sólo no presenciales, sino presenciales a distancia. Y todo a coste cero. Porque a estos alumnos se les cobrará matrícula a distancia, pero a los profesores que se tengan que hacer cargo de su gestión, se les incrementará su carga de gestión y su carga docente, pero n osu sueldo.

El CoVid ha resultado ser un negocio redondo.

Teleformación

Si bien durante años, la universidad ha estado insistiendo en técnicas docentes como la docencia inversa, los MOOCs o la teleformación, la respuesta, aunque notoria, no ha sido muy intensa. La justificación a esta respuesta, no tan masiva como se esperaba, cae siempre en el mismo concepto: coste cero. Es decir, coste para el profesor y cero para la universidad. Veamos,
  1. Realizar docencia a distancia requiere una infraestructura que no siempre la universidad está dispuesta a pagar: cámaras, cromas, micros,... que muchas veces tienen que se rcosteados por el propio profesor en base a remanentes que han quedado de proyectos de investigación anteriores.
  2. La infraestructura de grabación de estos contenidos docentes obliga a mucha burocracia, reserva de espacios, supervisión de personal técnico externos,.. siendo en muchos casos disuasorios para el profesor que no dispone de tanto tiempo, incluidos los tiempos de desplazamiento a la infraestructura de grabación. Además, en muchas ocasiones, la disponibilidad del profesor no coincide con la de la infraestructura.
  3. Es mejor disponer de una rudimentaria infraestructura en el despacho donde se pueda realizar la grabación según la disponibilidad del profesor.
No sólo se trata de disponer de infraestructura para la grabación. Desarrollar o adaptar el contenido de la docencia a impartir no es una tarea trivial y además luego hay que ensayar y finalmente realizar la grabación en falso directo. Aproximadamente se suele emplear alrededor de una hora de trabajo de media por cada 5 minutos de grabación, siendo ya un profesor experimentado en la roducción audiovisual.
Es decir, para grabar una hora de contenido docente se necesita al menos unas 12-15 horas de trabajo asumiendo que los contenidos ya están coneccionados en la asignatura presencial. Es decir, que para grabar cada clase de dos horas, se necesita casi una semana de trabajo.
Dicho en otras palabras, cambiar una asignatura de presencial a formación a distancia requeriría el trabajo de todo un cuarimestre ya que además involucra el cambio de metodologías docentes.
Las facilidades y ayudas de tipo económico que ofrece la universidad para poder realizar estos contenidos no cubren, ni de lejos, el coste del cambio. Todavía resulta chocante la cantidad de contenidos que se han migrado a formato digital y remoto dadas las circunstancias. Siempre con un alto coste para el profesor que además no ve reconocido su esfuerzo mediante ninguna descarga de trabajo docente en otras asignaturas.