lunes, 18 de febrero de 2019

Ideología de Género en la UPV. Jubilación (V)

Siguiendo con el análisis del PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE GÉNERO DE LA UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA que apareció en el Boletín Oficial de la UPV nº 113 el pasado 26 de abril de 2018, se puede ver en su artículo 5, cualquier miembro de la comunidad universitaria tiene derecho a
  1. El reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de prueba psicológica o médica.
  2. Ser tratado de conformidad a su identidad de género en TODOS los ámbitos y a recibir de la Universitat Politècnica de València una atención adecuada a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas, educativas, sociales, LABORALES y culturales y a no sufrir discriminación por motivo de identidad o expresión de género en TODOS los ámbitos de la vida.
De acuerdo con la Ley 48/2015, de 29 de octubre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2016, ha añadido un nuevo artículo a la Ley General de la Seguridad Social con el fin de reconocer el complemento por maternidad en las pensiones contributivas del sistema de la Seguridad, desde el 1 de enero de 2016, a las mujeres como compensación a su aportación demográfica al sistema de la Seguridad Social. El complemento reconocido viene a “premiar” a las mujeres que aportan futuros cotizantes al sistema.
Se reconoce un importe equivalente al resultado de aplicar a la cuantía inicial de las referidas pensiones un porcentaje que depende del número de hijos naturales o adoptados que haya tenido la pensionista antes del reconocimiento de la prestación:
- 5% por 2 hijos.
- 10% por 3 hijos.
- 15% por 4 o más hijos. 
Si el importe de la pensión supera a la máxima establecida en cada momento, la suma de dicha pensión y el complemento por maternidad no podrá superar el límite máximo y lo que corresponda al 50% del complemento que exceda del límite.

Por lo tanto, si eres hombre y has tenido hijos con una o varias mujeres, NO LO DUDES, dile al departamento de personal  que te SIENTES MUJER. No hace falta que figure el sexo en el DNI ni tampoco te tendrán que hacer ninguna prueba psicológica o médica. Basta con que lo digas en personal ANTES DE JUBILARTE. De acuerdo con el punto "d" del artículo, no tiene por qué enterarse nadie dado que tienes derecho a que se respete y proteja tu integridad física y psíquica, así como tus decisiones en relación a su identidad y expresión de género.
Como mujer que eres, puedes exigir el complemento correspondiente a la jubilación del 5 al 15% según los hijos que hayas tenido con tus mujeres e incrementar tu cuantía de jubilación. Y no te lo pueden negar por el punto "e" del mismo artículo.

Gracias universidad por subirnos a todos hasta un 15% la cuantía de la jubilación. Así, por real decreto.

Por cierto, si eres mujer y, ya cercana a la jubilación, te sientes hombre, ni se te ocurra salir del armario a efectos laborales, salvo que tengas sólo un hijo o ninguno.

Ideología de Género en la UPV (IV)

Siguiendo con el análisis del PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE GÉNERO DE LA UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA que apareció en el Boletín Oficial de la UPV nº 113 el pasado 26 de abril de 2018, se puede ver en su artículo 3 punto 2, que no sólo respetará la UPV EN TODAS SUS ACTUACIONES el DERECHO HUMANO a la autodeterminación de la identidad de género sino que además, por si no quedaba claro, en el punto 3 velará por los derechos de las personas miembros de su comunidad universitaria a ser tratadas de acuerdo con la identidad de género a la que SIENTEN pertenecer. Una vez más, se observa que el SENTIR es de rango superior al SER, tal y como se mostraba en el punto anterior.

Lo más intranquilizador es el punto 4 de este artículo que da un paso más allá a lo Orwell indicando que la UPV realizará las actuaciones necesarias para la prevención, detección y erradicación de actitudes y prácticas basadas en prejuicios sexistas o discriminación basada en prejuicios negativos sobre la identidad de género, los sexos biológicos no binarios o la orientación sexual.

Objeciones a este descarado punto 4 del artículo 3:
  1. ¿Qué se entienden por "actuaciones necesarias"?
  2. ¿Cuántos recursos se van a dedicar a la "Prevención"?¿Será exagerada la situación homofóbica de la universidad para exagerar los presupuestos de prevención, detección y erradicación?¿Nos vamos a beneficiar todos de estos suculentos presupuestos que ya se adivinan o serán los de siempre los que se los van a quedar?
  3. En un entorno de descendimiento universitario, donde los magros y escasos recursos que van quedando hay que dedicarlos a cuestiones urgentes, añadir esta carga adicional al PAS y PDI, ¿no redundará en mayor desgana y apatía del mismo personal que además de TODAS las ingentes tareas que tienen que desarrollar a lo largo del año en el cumplimiento de sus funciones, hay que añadir esta?
  4. ¿No se está creando un estado policial al estilo Orwell en el que bajo la coartada de detectar y erradicar actitudes, se pondrán en marcha mecanismos de delación que podrán ser utilizados en su momento para otros menesteres, digamos... "menos altruistas"?
  5. ¿Quién decide hasta donde llega el "prejuicio" y dónde comienza el "juicio"? Lo digo porque una cosa es tener una actitud previa y otra cosa es tener una actitud fundada y justificada contraria a la ideología de género. ¿Si es un prejuicio se persigue?¿Si es un juicio, no? Porque realmente, lo que parece que se está persiguiendo es la falta de formación en identidad de género, no la oposición a la misma. Es decir, que el problema es la falta de "formación" del profesorado en "identidad de género".
  6. Y es precisamente debido a esta falta de formación en el profesorado, imagino que dentro de las "acciones de prevención"... comenzarán a ofrecer cursos de formación en "identidad de género" dentro de la oferta formativa permanente del profesorado de la universidad. Estos cursos serán sufragados íntegramente por parte de los presupuestos de la universidad en detrimento de otros que deberán dejar de ofertarse o incrementar el presupuesto de formación. 
  7. Más adelante, se confeccionarán listas de personal que haya pasado ya por los cursos de adoctrinamiento en ideología de género y a los reticentes, vagos y maleantes, se les conminará a hacer de forma obligatoria dentro de las actuaciones de "prevención de la homofobia". Esto ya ha pasado en Cuba con las asignaturas obligatorias sobre marxismo en el curricula de cualquier estudios o pasó en España años ha cuando se impartían asignaturas obligatorias en el bachillerato como las de "Formación del Espíritu Nacional" (FEN). Su propósito era la adquisición de los valores que se identificaban con el concepto de España propio del Movimiento Nacional. Como entonces, se valorará más la actitud que los conocimientos. 
  8. Por supuesto, a los alumnos no se les privará de la posibilidad de formarse en este tipo de mejora curricular. De momento, se ofertarán asignaturas optativas dado que en las competencias de los títulos no aparecen contempladas este tipo de formación, pero no dudéis que lo harán en la siguiente reforma de los planes de estudios. Se obligará al menos a presentar una asignatura obligatoria que contemple este tipo de formación. De esta manera, a los díscolos no se les entregará el título o al menos, se les bajará la nota media.
  9. Ya hubo un precedente en los cursillos de prevención de riesgos laborales. Se nos obligó a hacer estos cursos a coste cero por parte de la universidad en cumplimiento de la legislación que nos obligaba. Pronto la legislación nos obligará a hacerlos también.
  10. Una vez formados los profesores... ¿podrá alguien discrepar de la ideología de género?¿Se permitirán debates abiertos acerca de la pertinencia de este tipo de formación, reglamentación,...?
  11. ¿Se empleará la ideología de género para "discriminar" de forma no positiva a los hombres blancos hetero felizmente casados y católicos? Para poder disfrutar de esos derechos, ¿deberemos sentirnos de un sexo diferente al biológico?¿Sólo con sentirlo será suficiente?

miércoles, 13 de febrero de 2019

Ona vuelta de tuerca más. Créditos de seguimiento docente


Debido al ERE encubierto vía jubilaciones al que nos tienen sometidos desde hace más de una década, la capacidad docente del profesorado ha quedado muy maltrecha, lo cual sólo puede arreglarse de cuatro maneras:
  1. Contratando más profesorado. Esta vía queda descartada porque incrementaría el presupuesto universitario. Y como todos sabemos, seguimos esclavos de nuestras deudas, que saldrán de nuestras costillas con creces.
  2. Aumentar la capacidad docente del profesorado. No se puede porque está limitada por ley.
  3. Disminuir la demanda docente vía eliminación de títulos, asignaturas optativas con baja matriculación, concentración de docencia en grupos más grandes,... Es lo que se denomina Ordenación Académica
  4. Reconocer a la baja el esfuerzo docente universitario.
Esta entrada se dedica al punto 4 anterior. Hace ya más de una década hubo un cambio docente aprovechando la reforma de Bolonia de los planes de estudios universitarios. Este cambio docente introdujo el uso de metodologías activas en la forma en la que se impartían las clases, que hasta aquel momento eran meramente presenciales. Es decir, de ir a clase, soltar la clase, hacer algunas prácticas y un examen con recuperación al final de la asignatura, se pasó a flip-teaching, evaluación continua, dinámicas de grupo, trabajos, portafolios,...
Como consecuencia del importante incremento de la gestión docente  del profesorado por el hecho de utilizar este cambio metodológico, el rectorado de la universidad reconoce un 10% más de los créditos que imparte el profesorado. Así, si en una asignatura de 6 créditos se emplean estas metodologías, el rectorado de la universidad reconoce al profesor un total de 6.6 créditos impartidos; aunque sólo imparta de facto 6 reales.

La utilización de nuevas metodologías docentes supone un trabajo real muy superior al reconocido con ese 10%. De hecho, el Documento Marco del Diseño de Titulaciones de la UPV, normativa actualmente vigente, y por tanto de obligado cumplimiento, reconoce que las nuevas metodologías docentes exigen una dedicación del profesorado estimada en un 20% superior a la actividad presencial del anterior modelo. 

El afán recaudatorio del rectorado no tiene límite. Hace ya algún tiempo, eliminaron el complemento docente en TODOS los créditos de máster. De forma que ahora, sólo se aplicaba los créditos de seguimiento docente en las titulaciones de grado, no de máster.
El pasado año, el Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado presentó una propuesta/globo sonda para eliminar los créditos al Profesorado por actividades de seguimiento docente que fue frontalmente rechazada. Este año, la propuesta de reducción del 10% de los créditos en las titulaciones de grado (de 1.1 créditos de alumnado pasaría a 1) vuelve a presentarse. Pero esta vez, adicionalmente, junto con un paquete de rebajas en el reconocimiento de otras actividades del PDI y reducción de titulaciones ofertadas; punto 3 anterior.

La eliminación del reconocimiento por seguimiento docente supone una vuelta de tuerca más al continuo incremento y degradación del trabajo que realiza el PDI. Si finalmente se aplica, la propuesta se traducirá en 
  1. Impartiendo las mismas asignaturas y grupos que el año pasado, parecerá que la carga docente que debe realizar el profesorado, de repente, ha aligerado en un 10%. Lo cual es ficticio porque la cantidad de alumnado y docencia a imprtir y gestionar es la misma. Es decir, de repente, sobre el papel, 
    1. Los profesores imparten un 10% menos de clases.
    2. O dicho de otro modo, aflora artificialmente un 10% más de capacidad docente "oculta" que antes pasaba desapercibida y los profesores pasan a estar "ociosos".
    3. Sobra el 10% de profesorado para hacerse cargo de las necesidades docentes de la universidad.
  2. Una reducción del POD en los departamentos, con lo que la contratación de nuevo profesorado disminuirá e incluso supondrá la no renovación de profesorado contratado.
Asumiendo que cada año se pierde entre un tres y un cuatro por ciento de profesorado vía jubilaciones, esta medida da para cubrir las jubilaciones de los próximos tres años a coste cero. Las propuestas presentadas por el VOAP en escuelas y departamentos tienen una clara intención de descontratar y conducirán inevitablemente a un mayor deterioro de la calidad de la docencia

Cuando la universidad reconoce algún mérito es porque SIEMPRE saca más de lo que reconoce a cambio. Esto es un mantra universitario que ha permanecido invariable desde que forma parte de ella.

Este nuevo apriete de tuercas ha sido recibido con alivio por el profesorado universitario ya que gracias a la eliminación del reconocimiento de créditos de seguimiento docente, quedamos liberados de tener que mantener metodologías activas y por lo tanto, volvemos, de facto a metodologías preboloñesas. Esto hará que el profesorado se libere de esa sobrecarga del 20% de trabajo adicional por el hecho de emplear metodologías activas a cambio de que le quiten un reconocimiento del 10% de su trabajo.

El profesorado agradecido con la sensibilidad de su rectorado, reconoce el mensaje lanzado por el rectorado y, agradeciendo la deferencia que ha tenido con nosotros, actuamos en consecuencia.

Bueno, y de la calidad docente de las clases recibidas or el alumnado, ¿qué?

miércoles, 6 de febrero de 2019

Valoración de la gestión

Los profesores titulares de universidad tenemos, entre obligaciones docentes, de investigación y de gestión. En muchas ocasiones, las obligaciones de gestión ocultan importantes gastos de funcionamiento de la universidad que se pagan con costosos sacrificios profesionales y personales. Estos gastos ocultos salen muy baratos en comparación a lo que costarían si fueran realizados por gestores profesionales. Durante años, hemos estado ahorrando dinero al contribuyente de forma silenciosa.
Para nada se ha tenido en cuenta esta dedicación a la hora, no ya de crear un sexenio de gestión vivo, sino considerar los años dedicados a estas labores como un paréntesis en la “vida” de un sexenio de investigación.
Por otro lado, la gestión universitaria ha servido siempre como banco de entrenamiento y escuela de dirección para técnicos de la administración de alto rango en ministerios y gobiernos locales. El incremento drástico de la docencia debido al decreto Wert, ha llevado en la práctica a la saturación docente del resto de profesorado que no se dedica a la gestión.
Y esto es así porque los profesores que están a 16 créditos, no quieren ver perjudicada su carrera, grupos de investigación,… y encima ponerse en riesgo de duplicar su docencia.
Los que están a 24 no quieren subir a 32 y los créditos de holgura con los que te pagan la dedicación a gestión no compensarán el abandono de la carrera investigadora, aunque sea de forma temporal. Al no reconocer sexenios de gestión, nadie querrá unas holguras mínimas que, posteriormente, cuando acabe el servicio, se te cobrarán en forma de un incremento docente. Lo que no se reconoce, no se quiere.

Propuestas de ahorro en la universidad

Yo propongo medidas más audaces todavía con el fin de ahorrar costes al ministerio con independencia de que se mejoren contenidos, calidades docentes u otros.Así, por ejemplo, se propone
  1. Abolir el sexenio de investigación y el quinquenio docente. Que todo pase, a trienios, tanto de investigación como de docencia. En ellos se debería exigir la mitad de justificación de un sexenio. Obviamente, la remuneración sería la mitad que la del sexenio o quinquenio. De esta forma evitaríamos a todos aquellos profesores que una vez obtenido el sexenio, hacen un trienio de investigación sabático y sólo publican en la última mitad, o al revés, que siguen investigando hasta que obtienen lo justo para el siguiente sexenio y luego se tumban a la bartola a descansar. También se estimularía a todos aquellos profesores que están a menos de 6 años de jubilarse y que han decidido anticipar algo el ocio jubilar. Todo esto como medida provisional y transitoria al anuario de investigación, que es lo que realmente se debería evaluar. De esta manera, también se podría sacar algún año adicional a 32 créditos cuando, aún investigando, no hubieras sacado una investigación de calidad
  2. Endurecer los criterios por los cuales se obtiene un sexenio. De esta manera, cuando se está a punto de solicitar el siguiente, se alargarían unos años más la concesión con el fin de que se imparta más docencia y encima tener la coartada de que no se trabaja.
  3. Bajo ningún concepto establecer reglas de valoración paralelas como que si estás al 50% de la calidad de un sexenio, se te rebaje a la mitad el incremento docente y cosas así. Hay que actuar en plan maniqueo. O todo o nada. Y el todo cada vez más difícil de obtener.
  4. Igualdad de trato que a los tesitandos. Si una publicación ha aparecido en una tesis doctoral, no puede aparecer como aportación personal de otro tesitando. En buena lógica, si una publicación ha sido utilizada por un investigador para obtener un sexenio, que no pueda ser utilizada por otro para lo mismo.
  5. Que sólo computen las publicaciones de tu especialidad en revistas y congresos de tu especialidad. De esta forma, cualquier publicación, por puntera que sea, realizada en otra rama, será ignorada. Lo de la excelencia investigadora en áreas mixtas, lo dejamos para otro año.

Cambio en la gobernanza de la universidad

Con unos presupuestos cada vez más exiguos, aumenta la presión para incrementar la saturación docente de los profesores, cada vez menos numerosos. Esto  lleva a concentrar los grupos y masificarlos, al tiempo que la carga por docente se incrementa y las holguras docentes para asumir cargos de gestión en la universidad se reducen.

Esto balancea la ecuación coste/beneficio hasta una situación en la que no es rentable realizar gestiones en la universidad, de forma que el profesorado está muchísimo más interesado en obtener un sexenio y eliminar carga docente que en realizar cualquier tipo de gestión.

Esta situación insostenible puede derivar en dos direcciones: que se produzca una inflación del pago por cargo en forma de créditos de holgura, cosa difícil teniendo en cuenta la apretura de los presupuestos o que al quedarse los cargos vacantes y ante la ingobernabilidad de la universidad, se tenga que contratar profesionales de gestión externos, Preferiblemente puestos a dedo por el gobierno de turno.

Esto traerá consigo un cambio en la gobernanza de la universidad y, al estar dirigida por personal externo, se cambiará su naturaleza, misión y valores, haciéndolos más utilitarista y acercándolos a las academias para mayores en las que se han convertido en muchas ocasiones las universidades privadas en España. Dado que unos gestores de calidad capaces de dirigir la universidad cuestan caros y el objetivo es reducir gastos, sólo se podrá pagar a los peores o inexpertos ávidos de hacer curricula rápidamente y saltar a donde se les reconozcan más. Por lo tanto, tendremos gestores no universitarios inexpertos o mediocres que dirigirán a investigadores y docentes sin haber investigado ni impartido una clase en su vida. La zorra cuidando a las gallinas.

Agenda oculta

Desde hace muchos años, no estamos en un ajuste económico, sino en el comienzo de un cambio de paradigma que afecta a toda la estructura y naturaleza de la institución universitaria. Las intenciones ocultas, no declaradas por parte de las autoridades educativas son las siguientes:
  1. El profesorado principalmente se debe dedicar a dar clases. Las clases deben ocupar cuanto más tiempo mejor. La rentabilidad del profesor se mide por las clases que imparte. De acuerdo con la Orden JUS/797/2012, de 29 de marzo aparecida en el BOE, una jornada semanal de 37.5h significan 1625h anuales de trabajo; punto tercero de la disposición. Un profesor a 32 créditos anuales, teniendo en cuenta que por cada hora de docencia necesita al menos otra para prepararse el discurso y al menos media para preparar el examen, no digamos para corregirlos,…. eso suma no menos de 30h por crédito de dedicación del profesor. 32 créditos a 30h/crédito, son 960h dedicadas sólo a la docencia pura y a su preparación y gestión. Si añadimos los desplazamientos internos desde el despacho al aula, las tutorías, reuniones de unidades docentes, reuniones para seguimiento de los resultados de la asignatura, de preparación de pruebas evaluatorias,… se puede disparar a 10h más por crédito, es decir, 320h adicionales. Es decir, que ya sólo quedarían ” libres” 1625- 960 – 320 = 345h que se irán en seguimiento de proyectos fin de carrera, dirección de tesinas y demás. ¿Cuando investigo?. Nunca. ¿Y como ya no podrá hacerlo, para qué quiere tanto presupuesto de investigación?
  2. Como consecuencia de lo anterior, la calidad de la docencia y la implantación de las metodologías activas que propugnaba Bolonia, queda reducido de facto a hacer lo que hemos venido haciendo sin Bolonia. El parto de los montes.
  3. La investigación la costea la empresa privada. Si tu investigación no tiene frutos útiles e inmediatos, no investigas. Esto eliminará cierta investigación supérflua o cosmética pero ciertamente eliminará también mucha investigación de fondo cuya utilidad a largo plazo resulta estratégica para el país y va más allá del retorno inmediato que exigen muchas empresas privadas.
  4. La incapacidad para poder dedicarse a temas de gestión redundará en la contratación de gestores profesionales que no impartan docencia ni investiguen que tendrán que dirigir a profesores e investigadores, al estilo de la gobernanza universitaria americana. Esto tendrá como efecto el encarecimiento del coste de la universidad y de la profesionalización tanto de docentes, como de investigadores como de gestores. ¿Sabran entendernos los gestores?¿Deberemos añadir la incomprensión de unos gestores no universitarios a los padecimientos actuales?¿Se convertirá la universidad en una empresa pública?¿Tras convertirnos en empresa pública, será más fácil realizar un ERE?¿O ya lo estamos haciendo?

Pérdida de la calidad docente

Existe mucho trabajo oculto, muy mal valorado, alrededor de la docencia que no se aprecia ni por parte del alumnado ni por parte de las instituciones. Ese trabajo se mueve alrededor de la formación del profesorado, pertenencia a comisiones de seguimiento de la docencia, coordinación intra y extra asignaturas, planteamiento de nuevas guías docentes, metodologías de aprendizaje, actualización de temarios, planteamiento de contenidos de nuevas titulaciones, asignaturas,… y en general tiene que ver con las inquietudes docentes del profesorado inconformista que pretende mejorar de año en año la docencia, el aprendizaje de los alumnos, las tasas de aprobados y aprovechamiento del alumnado,…

Con el incremento de la docencia experimentado, el tiempo que queda disponible para estas tareas es tan pequeño, que no hay posibilidad de dedicarse más que a la gestión obligatoria de las asignaturas, ya de por sí incrementada en los años precedentes: gestión de guías docentes, introducción de notas vía telemática, impresión y gestión de actas, revisión de exámenes, corrección de numerosas pruebas parciales (aprendizaje progresivo lo llaman en el plan Bolonia) e infinidad de otros temas bien conocidos por los que leen estas líneas. En otras palabras, Bolonia queda enterrada y los procesos de mejora continua de la calidad docente también.

A este aspecto, hay que añadir que, con el aumento de las tasas académicas y la pérdida de alumnado por la caída de la natalidad, se produce un efecto perverso en la práctica consistente en incrementar la presión de los centros sobre el profesorado para no suspender a los alumnos. Cuantos más suspendan, mayor será la tasa de abandono o la cantidad de créditos matriculados al año que viene. De dicha cantidad depende en buena medida los ingresos de la universidad y por lo tanto, del centro. Obviamente esto se disfrazará bajo los eufemismos de mantenimiento del rendimiento académico, de la mejora de la productividad y demás palabros deslumbrantes que, bajo la picaresca española, se convierten en sandeces que no intentan otra cosa sino mantener los ingresos a toda costa en un escenario de sálvese quien pueda.

Por que no haré huelga

Todas las medidas que está tomando el gobierno al respecto de la educación universitaria, son para ahorrarse dinero, no para aumentar la productividad ni la calidad en la educación. No voy a hacer una huelga de un único día para que, encima, el estado se ahorre 100€ de mi nómina. No quiero que me acusen de colaboracionista. Bastante me han quitado ya como para encima tener que darles voluntariamente mi dinero. Voy a ser coherente con las nuevas directrices que me marca mi compañía. En este caso, la consellería de educación. Voy a dedicarme sólo a investigar y a impartir la docencia que me toque. No pienso aceptar ninguna responsabilidad de gestión: dirección de departamento, escuela, servicios de la universidad,….Reivindico desde aquí un alzamiento tranquilo contra la burocracia que aplasta al profesorado y le impide desarrollar sus labores docentes y de investigación con la productividad que nos exige el gobierno. Que contraten profesionales que se encarguen de ello. Seguro que les sale más barato que dedicar profesores a ello, incluso con el nuevo coste por hora
Cualquier cosa que no vaya encaminada a obtener un sexenio de investigación no me resulta rentable. Voy a reducir al mínimo mi dedicación docente y voy a concentrar todo lo que pueda en investigación.
Subir de 22 créditos a 32 significa un incremento de la productividad del 45% de repente. En buena lógica, esta devaluación del 45% debería aplicarse también a todos los descuentos en créditos docentes que ofrece la universidad por realizar diferentes gestiones internas: pertenencia a comisiones, dirección de proyectos fin de carrera o tesinas, etc., etc. Pues bien, no sólo no se ha aplicado sino que además disminuirá su valor habida cuenta del recorte presupuestario. Por lo tanto, el valor real de la medida supera el 50% de incremento de productividad de bien largo. Eso significa que ahora, para cualquier pertenencia a cualquier comisión que antes hacía por la cara, ahora tendrán que comenzar a pagar créditos como hacen con los consejeros delegados que acuden a las comisiones cada vez que éstas se realizan.
El precio de mi tiempo de repente va a cobrar un valor tremendo ya que ahora vale un 50% más. No voy a mover un dedo por nada que no me lleve a conseguir el sexenio a no ser que me paguen en  créditos que me compensen invertir cierto tiempo en ello.
Daré a las cosas el valor que me digan desde la dirección de mi empresa:
  1. Las convocatorias de los exámenes de las asignaturas en extinción de los planes antiguos anteriores a Bolonia se hacen a coste cero. Por lo tanto, el tiempo que pienso dedicarle, coherentemente con las directrices de mi empresa es el mínimo imprescindible. A saber: examen de tipo test de años anteriores. Cambia sólo la fecha de la cabecera.
  2. Cargos de gestión de la universidad. Ninguno. No es obligatorio aceptarlos.
  3. Proyectos fin de carrera y tesinas orientados siempre hacia la investigación y la obtención de sexenios. Cualquier otra cosa que sea de utilidad para el alumno o que el alumno proponga queda automáticamente descartada.
  4. No pertenecer a ninguna comisión de coordinación de asignaturas, pertenencia a comisiones de seguimiento o mejora de la docencia que no tengan correspondencia con ningún crédito de holgura. Caso de que tengan algún reconocimiento, se aplicará la regla de 25h por crédito reconocido y se hará lo que de tiempo en esas 25h. Ni una más. Aunque vea oportunidades tremendas, si no da tiempo, se quedarán en el tintero. Sigamos el objetivo: el sexenio.

El punto G del PDI

El Personal Docente e Investigador, es decir, los profes de la uni (PDI) dan una docencia de calidad fruto de una investigación de primera línea. Así, tanto la letra “D” como la “I” se ponen en mayúsculas, resaltando que tiene que haber una parte investigadora que finalmente sea transferida a la sociedad a través del alumnado y que la formación del alumnado ha de disponer de contenidos de vanguardia fruto de una investigación de calidad.

Sin embargo, para que la maquinaria universitaria funcione, aparece un punto “G” oculto que no se mencionaba en el acrónimo PDI. Esta “G” no es otra que la Gestión. Gestión Universitaria, por supuesto. Esta gestión tiene un coste altísimo para el PDI. En primer lugar te descuentan créditos docentes para que puedas desempeñar las responsabilidades del cargo con empeño. Sin embargo, eso no es suficiente y en la práctica hay que tirar mano de la “I” también en muchas ocasiones, por lo que en la realidad, muy pocos cargos universitarios pueden llevar con dignidad una mínima “I”. El que diga lo contrario es porque es el jefe de un grupo de investigación y tiene un montón de negros publicándole en su nombre.

En la práctica, esto tiene una contrapartida: te bajan la baremación docente porque impartes menos clases y te bajan la baremación en investigación porque el tiempo es limitado y tu sólo eres una persona.

Con el enésimo cambio de las reglas del juego llevado a cabo con alevosía, premeditación sin nocturnidad, por el nunca suficientemente recordado ministro de Educación Sr. Wert,  sólo se valora la “I”, por lo que pasamos a ser PdI. Seguiremos hablando, alabando y teorizando sobre la vocación docente del PDI, sobre las metodología activas, sobre el aprendizaje de los alumnos sobre la enseñanza del profesor,… hay que seguir cumpliendo con las formas, al menos en apariencia; pero la realidad no es otra más que si quieres ser algo en la universidad, has de ser PdI. Conclusión:
  1. Intenta ser al menos no ser un mal profesor. Con que seas mediocre es suficiente. Serás considerado en el mismo paquete que los buenos, muy buenos o excelentes y no te penalizarán tu carrera profesional universitaria.
  2. Dedica todo el tiempo que puedas a la Investigación.  Es lo único que pesa de verdad. Además, si ahora que los presupuestos de investigación han sido esquilmados, más te vale que te liberes todo lo que puedas para centrarlo en la Investigación.
  3. No te dediques a nada que consuma tiempo de investigación: No cargos de gestión, no PFC, tesis o tesinas  que no rindan resultados publicables, nada de actividades culturales o extraacadémicas o responsabilidades varias mal pagadas en ECTS.
Si no lo haces así, se te morirá el sexenio y pasarás a estar a 32 ECTS en lugar de 24 y ya no tendrás tiempo ni para rascarte las narices. Entonces sí que se te acabará la “I” y pasarás a ser un Pd (Pordiosero) en el fondo del pozo docente del que prácticamente no tendrás oportunidades para salir una vez entres. En el fondo tu y yo sabremos que en lo que de verdad te habrás convertido es en un PdI (Pedazo de Imbécil) por hacer caso a lo que dicen y no a lo que hacen.