miércoles, 17 de abril de 2019

Contentísimo

Quería compartir con vosotros mi enhorabuena. Estoy contentísimo. Por fin un respiro es este camino de descendimiento universitario en el que le ha salido el tiro por la culata a los amos. Es un receso momentáneo a los siervos de la globa. Hay que aprovecharlo porque pronto volveremos a descender. 

La sensación es de que acaba de reventar otro motor y eso ha dado un empuje momentáneo al avión averiado, que ha hecho, por unos instantes efímeros, remontar el vuelo ligeramente para luego caer más rápido. Pero de momento, ganamos algo de cota. Os explico:
  1. Confirmado. El complemento docente que nos daban por aplicar las metodologías docentes activas de acuerdo con lo indicado en el plan Bolonia queda abolido. De acuerdo con los estudios realizados, el coste de implementar las metodologías activas supera ampliamente (20-30%) el 10% de complemento docente que nos conceden graciosamente los amos por aplicarlas en el aula. Así que, abolido ese 10%, no tenemos la obligación de aplicar las metodologías activas y nos vamos a ahorrar entre un 10 y un 20% de trabajo en muchas de las asignaturas. Un respiro interesante para los que impartimos asignaturas de grado. Porque en los másteres, nunca llegó a aplicarse. Dicho en otras palabras, no me importa impartir un 10% más de docencia de grado al modo antiguo en lugar de impartirla con el sobrecoste moderno.
  2. Nos han quitado las escuetas décimas de crédito con las que nos estimulaban a asistir a las juntas de centro, de departamento, de comisiones docentes,... Gracias a ello, ahora ya no tendremos "penalización" por no ir a estas reuniones y por lo tanto, podremos ahorrarnos el tedio de muchas sesiones burocráticas. Otro respiro que se agradece. Quienes peor lo llevan son los que tienen cargos de gestión que van a tener que seguir haciendo lo mismo, con una sensible pérdida de reconocimiento.
  3. Han subido el mínimo docente a los capataces que, en algunos casos, pasarán a impartir casi el doble de docencia y eso hará que el resto de siervos que sólo somos útiles como carne de aula y máquinas de corregir trabajos y exámenes podamos recibir algunas migajas adicionales mientras el ERE universitario continua reduciendo implacable nuestra capacidad docente.
  4. Aplicando la estrategia de la rana hervida, este año nos han vuelto a subir un poco más el máximo docente; solamente 0.25c. En los últimos 4 años un crédito entero. Poco, pero siempre a costa del siervo.
En fin, seguimos en el camino de descendimiento ya emprendido hace muchos años, sólo que esta vez, el cierre del grifo tiene como efecto colateral el sacudirnos de una carga no reconocida pero existente que empeoraba la ecuación coste/beneficio. Gracias rectorado. Agradecemos el gesto para avanzar en la obtención del sexenio con el que poder blindarnos frente a los siguientes apretones que saqueis de la chistera el curso que viene.

martes, 2 de abril de 2019

Una vuelta de tuerca más. El chocolate del loro frío

Cuando los presupuestos están tan ajustados, comenzamos a abandonar la pobreza y a entrar en la miseria. Se hacen cada vez mayores esfuerzos para conseguir cada vez menores ganancias. Es la ley de rendimientos decrecientes. Las primeras manzanas no cuestan nada de arrancar del árbol. Para conseguir las últimas tienes que subirte a escaleras y jugarte la vida. Además, estarán seguramente picoteadas por los pájaros o pasadas por ser las últimas en ser arrancadas del árbol.
Así, en nuestra universidad hay implantado un sistema propio de gestión centralizado de todos los gastos eléctricos que permite lindezas como cambiar el ciclo de calor de todos los aires acondiionados del campus.
Recientemente lo han cambiado quitando el ciclo de calor y dejándolo en ventilación exclusivamente. Café para todos. Como era de esperar por las altas temperaturas sufridas, anormales para estas fechas, ha ocurrido el efecto péndulo y ahora vuelve a hacer frío.
¿Han vuelto a pasar al ciclo de calor?  NO. Y aquí estoy, en el despacho, con las manos frías, destemplado, con el abrigo puesto y sin poder enchufar la calefacción porque en modo ventilación, el aire que sale es frío y acabas más helado aún.
Hoy ya me he tomado un ibuprofeno porque comenzaba a sentir una punzada en un lateral de la garganta debido al enfriamiento inesperado de estar todo el día trabajando sin calefacción. Noto que la voz comienza a hacerse gruesa y espero no caer en la afonía porque sería una faena hacer que mis compañeros, que ya van muy saturados de docencia, tuvieran que dar un par de clases de una asignatura que ni imparten ni dominan. Así que si tengo que estar una semana con la boca cerrada sin poder hablar, mejor no doy las clases y ni me molesto en pedir una baja que yo mismo me recuperaré más adelante.
Luego dicen de la salud de hierro de los autónomos, que nunca caen enfermos. Comparadla con la de los profesores universitarios.
Es decir, de facto, se acaban de cargar las bajas de poca intensidad ya que es el propio profesor el que tiene que sustituirse a si mismo, con la sobrecarga de trabajo posterior que aparece cuando, al ritmo normal de docencia, se el añaden las recuperaciones y la gestión de espacios y tiempos en los que los chavales puedan asistir fuera de su horario habitual para recuperar la docencia no impartida.

Este es el chocolate del loro que se ahorran en mi universidad, a costa del malestar general de todos, los riesgos de caer enfermo y de todas las impertinencias que se traspasan a los alumnos como consecuencia de lo comentado anteriormente. Eso sí, nos pondremos la medalla verde y podremos lucir flamantes que este año hemos conseguido reducir un 0.1% más  el consumo de energía eléctrica pero sin mostrar el coste real y oculto que todo eso conlleva.

jueves, 21 de marzo de 2019

Los juegos universitarios del hambre

La universidad está compuesta por muchos distritos empobrecidos deliberadamente. En el pasado, se crecieron a costa el rico ministerio de educación y ciencia pero el estado asfixió tanta glotonería vía recortes presupuestarios, tanto en docencia, como en investigación y en gestión.

Desde entonces, cada año, son seleccionados sin sorteo, tanto el PAS como el PDI y obligados a participar en los “Juegos del Hambre”. Estos juegos son un evento NO televisado donde los participantes deben luchar por su supervivencia académica en un estadio llamado “La Universidad”, de forma que cada año, un estamento académico queda señalado como perdedor y los demás simplemente se contentan con sobrevivir y dar gracias por no haber sido elegidos ese año. El estamento perdedor recibirá grandes recortes y cargas adicionales de trabajo a las que que cada vez más, tendrán que hacer frente con menos recursos tanto personales como cualquier otra índole.

Por ejemplo, en el año 2013, el estamento seleccionado, fue el profesorado asociado. No fue despedido, simplemente, no se le renovó el contrato anual y quedaron prácticamente extintos de facto. Obviamente, el resto de profesorado, se tuvo que hacer cargo de su docencia, de ahí la lucha por quitarse la carga de encima que dió pie a estos famosos "juegos del hambre".

Los estamentos universitarios han interiorizado el juego externo al que someten a los diferentes distritos universitarios y replican este juego internamente llevando esta mecánica a los diferentes estamentos existentes: catedráticos titulares, contratados, indefinidos, asociados, becarios,...
Los estamentos no se quejan de jugar cada año a este macabro juego, simplemente se van adaptando en su lucha por la supervivencia intentando que cada año caiga la carga en los estamentos menos favorecidos.

Cada año, los recursos humanos van menguando gracias a un ere encubierto vía jubilaciones, se van sisando reconocimientos docentes por el mismo trabajo que hacías antes, o simplemente no te lo reconocen lo hagas o no, el incremento de cargas encubierto y más cargas y más cargas,...
Un efecto secundario de todo esto es la apatía y desgana que se genera en el profesorado, el aumento de la cantidad de profesorado que entra en el síndrome del profesor quemado, la sobrecarga de trabajo, la incapacidad de llegar a nada y sobre todo, que las expectativas no son nada alagüeñas.

Pero lo más escabroso del tema es la falta de reacción del PDI de la universidad que ve esta realidad como una profecía inexorable que se ha volcado sobre nuestros hombros y que hay que aceptar como impuesta por la fatalidad del destino. Hemos asumido los juegos del hambre como parte de nuestra realidad y como una forma de ser y estar en el mundo universitario agradecidos de que esto todavía esté así y con la esperanza de que cada vez más la situación si cambia, será a peor.

lunes, 18 de febrero de 2019

Ideología de Género en la UPV. Jubilación (V)

Siguiendo con el análisis del PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE GÉNERO DE LA UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA que apareció en el Boletín Oficial de la UPV nº 113 el pasado 26 de abril de 2018, se puede ver en su artículo 5, cualquier miembro de la comunidad universitaria tiene derecho a
  1. El reconocimiento de su identidad de género libremente manifestada, sin la necesidad de prueba psicológica o médica.
  2. Ser tratado de conformidad a su identidad de género en TODOS los ámbitos y a recibir de la Universitat Politècnica de València una atención adecuada a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas, educativas, sociales, LABORALES y culturales y a no sufrir discriminación por motivo de identidad o expresión de género en TODOS los ámbitos de la vida.
De acuerdo con la Ley 48/2015, de 29 de octubre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2016, ha añadido un nuevo artículo a la Ley General de la Seguridad Social con el fin de reconocer el complemento por maternidad en las pensiones contributivas del sistema de la Seguridad, desde el 1 de enero de 2016, a las mujeres como compensación a su aportación demográfica al sistema de la Seguridad Social. El complemento reconocido viene a “premiar” a las mujeres que aportan futuros cotizantes al sistema.
Se reconoce un importe equivalente al resultado de aplicar a la cuantía inicial de las referidas pensiones un porcentaje que depende del número de hijos naturales o adoptados que haya tenido la pensionista antes del reconocimiento de la prestación:
- 5% por 2 hijos.
- 10% por 3 hijos.
- 15% por 4 o más hijos. 
Si el importe de la pensión supera a la máxima establecida en cada momento, la suma de dicha pensión y el complemento por maternidad no podrá superar el límite máximo y lo que corresponda al 50% del complemento que exceda del límite.

Por lo tanto, si eres hombre y has tenido hijos con una o varias mujeres, NO LO DUDES, dile al departamento de personal  que te SIENTES MUJER. No hace falta que figure el sexo en el DNI ni tampoco te tendrán que hacer ninguna prueba psicológica o médica. Basta con que lo digas en personal ANTES DE JUBILARTE. De acuerdo con el punto "d" del artículo, no tiene por qué enterarse nadie dado que tienes derecho a que se respete y proteja tu integridad física y psíquica, así como tus decisiones en relación a su identidad y expresión de género.
Como mujer que eres, puedes exigir el complemento correspondiente a la jubilación del 5 al 15% según los hijos que hayas tenido con tus mujeres e incrementar tu cuantía de jubilación. Y no te lo pueden negar por el punto "e" del mismo artículo.

Gracias universidad por subirnos a todos hasta un 15% la cuantía de la jubilación. Así, por real decreto.

Por cierto, si eres mujer y, ya cercana a la jubilación, te sientes hombre, ni se te ocurra salir del armario a efectos laborales, salvo que tengas sólo un hijo o ninguno.

Ideología de Género en la UPV (IV)

Siguiendo con el análisis del PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE GÉNERO DE LA UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA que apareció en el Boletín Oficial de la UPV nº 113 el pasado 26 de abril de 2018, se puede ver en su artículo 3 punto 2, que no sólo respetará la UPV EN TODAS SUS ACTUACIONES el DERECHO HUMANO a la autodeterminación de la identidad de género sino que además, por si no quedaba claro, en el punto 3 velará por los derechos de las personas miembros de su comunidad universitaria a ser tratadas de acuerdo con la identidad de género a la que SIENTEN pertenecer. Una vez más, se observa que el SENTIR es de rango superior al SER, tal y como se mostraba en el punto anterior.

Lo más intranquilizador es el punto 4 de este artículo que da un paso más allá a lo Orwell indicando que la UPV realizará las actuaciones necesarias para la prevención, detección y erradicación de actitudes y prácticas basadas en prejuicios sexistas o discriminación basada en prejuicios negativos sobre la identidad de género, los sexos biológicos no binarios o la orientación sexual.

Objeciones a este descarado punto 4 del artículo 3:
  1. ¿Qué se entienden por "actuaciones necesarias"?
  2. ¿Cuántos recursos se van a dedicar a la "Prevención"?¿Será exagerada la situación homofóbica de la universidad para exagerar los presupuestos de prevención, detección y erradicación?¿Nos vamos a beneficiar todos de estos suculentos presupuestos que ya se adivinan o serán los de siempre los que se los van a quedar?
  3. En un entorno de descendimiento universitario, donde los magros y escasos recursos que van quedando hay que dedicarlos a cuestiones urgentes, añadir esta carga adicional al PAS y PDI, ¿no redundará en mayor desgana y apatía del mismo personal que además de TODAS las ingentes tareas que tienen que desarrollar a lo largo del año en el cumplimiento de sus funciones, hay que añadir esta?
  4. ¿No se está creando un estado policial al estilo Orwell en el que bajo la coartada de detectar y erradicar actitudes, se pondrán en marcha mecanismos de delación que podrán ser utilizados en su momento para otros menesteres, digamos... "menos altruistas"?
  5. ¿Quién decide hasta donde llega el "prejuicio" y dónde comienza el "juicio"? Lo digo porque una cosa es tener una actitud previa y otra cosa es tener una actitud fundada y justificada contraria a la ideología de género. ¿Si es un prejuicio se persigue?¿Si es un juicio, no? Porque realmente, lo que parece que se está persiguiendo es la falta de formación en identidad de género, no la oposición a la misma. Es decir, que el problema es la falta de "formación" del profesorado en "identidad de género".
  6. Y es precisamente debido a esta falta de formación en el profesorado, imagino que dentro de las "acciones de prevención"... comenzarán a ofrecer cursos de formación en "identidad de género" dentro de la oferta formativa permanente del profesorado de la universidad. Estos cursos serán sufragados íntegramente por parte de los presupuestos de la universidad en detrimento de otros que deberán dejar de ofertarse o incrementar el presupuesto de formación. 
  7. Más adelante, se confeccionarán listas de personal que haya pasado ya por los cursos de adoctrinamiento en ideología de género y a los reticentes, vagos y maleantes, se les conminará a hacer de forma obligatoria dentro de las actuaciones de "prevención de la homofobia". Esto ya ha pasado en Cuba con las asignaturas obligatorias sobre marxismo en el curricula de cualquier estudios o pasó en España años ha cuando se impartían asignaturas obligatorias en el bachillerato como las de "Formación del Espíritu Nacional" (FEN). Su propósito era la adquisición de los valores que se identificaban con el concepto de España propio del Movimiento Nacional. Como entonces, se valorará más la actitud que los conocimientos. 
  8. Por supuesto, a los alumnos no se les privará de la posibilidad de formarse en este tipo de mejora curricular. De momento, se ofertarán asignaturas optativas dado que en las competencias de los títulos no aparecen contempladas este tipo de formación, pero no dudéis que lo harán en la siguiente reforma de los planes de estudios. Se obligará al menos a presentar una asignatura obligatoria que contemple este tipo de formación. De esta manera, a los díscolos no se les entregará el título o al menos, se les bajará la nota media.
  9. Ya hubo un precedente en los cursillos de prevención de riesgos laborales. Se nos obligó a hacer estos cursos a coste cero por parte de la universidad en cumplimiento de la legislación que nos obligaba. Pronto la legislación nos obligará a hacerlos también.
  10. Una vez formados los profesores... ¿podrá alguien discrepar de la ideología de género?¿Se permitirán debates abiertos acerca de la pertinencia de este tipo de formación, reglamentación,...?
  11. ¿Se empleará la ideología de género para "discriminar" de forma no positiva a los hombres blancos hetero felizmente casados y católicos? Para poder disfrutar de esos derechos, ¿deberemos sentirnos de un sexo diferente al biológico?¿Sólo con sentirlo será suficiente?

miércoles, 13 de febrero de 2019

Ona vuelta de tuerca más. Créditos de seguimiento docente


Debido al ERE encubierto vía jubilaciones al que nos tienen sometidos desde hace más de una década, la capacidad docente del profesorado ha quedado muy maltrecha, lo cual sólo puede arreglarse de cuatro maneras:
  1. Contratando más profesorado. Esta vía queda descartada porque incrementaría el presupuesto universitario. Y como todos sabemos, seguimos esclavos de nuestras deudas, que saldrán de nuestras costillas con creces.
  2. Aumentar la capacidad docente del profesorado. No se puede porque está limitada por ley.
  3. Disminuir la demanda docente vía eliminación de títulos, asignaturas optativas con baja matriculación, concentración de docencia en grupos más grandes,... Es lo que se denomina Ordenación Académica
  4. Reconocer a la baja el esfuerzo docente universitario.
Esta entrada se dedica al punto 4 anterior. Hace ya más de una década hubo un cambio docente aprovechando la reforma de Bolonia de los planes de estudios universitarios. Este cambio docente introdujo el uso de metodologías activas en la forma en la que se impartían las clases, que hasta aquel momento eran meramente presenciales. Es decir, de ir a clase, soltar la clase, hacer algunas prácticas y un examen con recuperación al final de la asignatura, se pasó a flip-teaching, evaluación continua, dinámicas de grupo, trabajos, portafolios,...
Como consecuencia del importante incremento de la gestión docente  del profesorado por el hecho de utilizar este cambio metodológico, el rectorado de la universidad reconoce un 10% más de los créditos que imparte el profesorado. Así, si en una asignatura de 6 créditos se emplean estas metodologías, el rectorado de la universidad reconoce al profesor un total de 6.6 créditos impartidos; aunque sólo imparta de facto 6 reales.

La utilización de nuevas metodologías docentes supone un trabajo real muy superior al reconocido con ese 10%. De hecho, el Documento Marco del Diseño de Titulaciones de la UPV, normativa actualmente vigente, y por tanto de obligado cumplimiento, reconoce que las nuevas metodologías docentes exigen una dedicación del profesorado estimada en un 20% superior a la actividad presencial del anterior modelo. 

El afán recaudatorio del rectorado no tiene límite. Hace ya algún tiempo, eliminaron el complemento docente en TODOS los créditos de máster. De forma que ahora, sólo se aplicaba los créditos de seguimiento docente en las titulaciones de grado, no de máster.
El pasado año, el Vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado presentó una propuesta/globo sonda para eliminar los créditos al Profesorado por actividades de seguimiento docente que fue frontalmente rechazada. Este año, la propuesta de reducción del 10% de los créditos en las titulaciones de grado (de 1.1 créditos de alumnado pasaría a 1) vuelve a presentarse. Pero esta vez, adicionalmente, junto con un paquete de rebajas en el reconocimiento de otras actividades del PDI y reducción de titulaciones ofertadas; punto 3 anterior.

La eliminación del reconocimiento por seguimiento docente supone una vuelta de tuerca más al continuo incremento y degradación del trabajo que realiza el PDI. Si finalmente se aplica, la propuesta se traducirá en 
  1. Impartiendo las mismas asignaturas y grupos que el año pasado, parecerá que la carga docente que debe realizar el profesorado, de repente, ha aligerado en un 10%. Lo cual es ficticio porque la cantidad de alumnado y docencia a imprtir y gestionar es la misma. Es decir, de repente, sobre el papel, 
    1. Los profesores imparten un 10% menos de clases.
    2. O dicho de otro modo, aflora artificialmente un 10% más de capacidad docente "oculta" que antes pasaba desapercibida y los profesores pasan a estar "ociosos".
    3. Sobra el 10% de profesorado para hacerse cargo de las necesidades docentes de la universidad.
  2. Una reducción del POD en los departamentos, con lo que la contratación de nuevo profesorado disminuirá e incluso supondrá la no renovación de profesorado contratado.
Asumiendo que cada año se pierde entre un tres y un cuatro por ciento de profesorado vía jubilaciones, esta medida da para cubrir las jubilaciones de los próximos tres años a coste cero. Las propuestas presentadas por el VOAP en escuelas y departamentos tienen una clara intención de descontratar y conducirán inevitablemente a un mayor deterioro de la calidad de la docencia

Cuando la universidad reconoce algún mérito es porque SIEMPRE saca más de lo que reconoce a cambio. Esto es un mantra universitario que ha permanecido invariable desde que forma parte de ella.

Este nuevo apriete de tuercas ha sido recibido con alivio por el profesorado universitario ya que gracias a la eliminación del reconocimiento de créditos de seguimiento docente, quedamos liberados de tener que mantener metodologías activas y por lo tanto, volvemos, de facto a metodologías preboloñesas. Esto hará que el profesorado se libere de esa sobrecarga del 20% de trabajo adicional por el hecho de emplear metodologías activas a cambio de que le quiten un reconocimiento del 10% de su trabajo.

El profesorado agradecido con la sensibilidad de su rectorado, reconoce el mensaje lanzado por el rectorado y, agradeciendo la deferencia que ha tenido con nosotros, actuamos en consecuencia.

Bueno, y de la calidad docente de las clases recibidas or el alumnado, ¿qué?

miércoles, 6 de febrero de 2019

Valoración de la gestión

Los profesores titulares de universidad tenemos, entre obligaciones docentes, de investigación y de gestión. En muchas ocasiones, las obligaciones de gestión ocultan importantes gastos de funcionamiento de la universidad que se pagan con costosos sacrificios profesionales y personales. Estos gastos ocultos salen muy baratos en comparación a lo que costarían si fueran realizados por gestores profesionales. Durante años, hemos estado ahorrando dinero al contribuyente de forma silenciosa.
Para nada se ha tenido en cuenta esta dedicación a la hora, no ya de crear un sexenio de gestión vivo, sino considerar los años dedicados a estas labores como un paréntesis en la “vida” de un sexenio de investigación.
Por otro lado, la gestión universitaria ha servido siempre como banco de entrenamiento y escuela de dirección para técnicos de la administración de alto rango en ministerios y gobiernos locales. El incremento drástico de la docencia debido al decreto Wert, ha llevado en la práctica a la saturación docente del resto de profesorado que no se dedica a la gestión.
Y esto es así porque los profesores que están a 16 créditos, no quieren ver perjudicada su carrera, grupos de investigación,… y encima ponerse en riesgo de duplicar su docencia.
Los que están a 24 no quieren subir a 32 y los créditos de holgura con los que te pagan la dedicación a gestión no compensarán el abandono de la carrera investigadora, aunque sea de forma temporal. Al no reconocer sexenios de gestión, nadie querrá unas holguras mínimas que, posteriormente, cuando acabe el servicio, se te cobrarán en forma de un incremento docente. Lo que no se reconoce, no se quiere.

Propuestas de ahorro en la universidad

Yo propongo medidas más audaces todavía con el fin de ahorrar costes al ministerio con independencia de que se mejoren contenidos, calidades docentes u otros.Así, por ejemplo, se propone
  1. Abolir el sexenio de investigación y el quinquenio docente. Que todo pase, a trienios, tanto de investigación como de docencia. En ellos se debería exigir la mitad de justificación de un sexenio. Obviamente, la remuneración sería la mitad que la del sexenio o quinquenio. De esta forma evitaríamos a todos aquellos profesores que una vez obtenido el sexenio, hacen un trienio de investigación sabático y sólo publican en la última mitad, o al revés, que siguen investigando hasta que obtienen lo justo para el siguiente sexenio y luego se tumban a la bartola a descansar. También se estimularía a todos aquellos profesores que están a menos de 6 años de jubilarse y que han decidido anticipar algo el ocio jubilar. Todo esto como medida provisional y transitoria al anuario de investigación, que es lo que realmente se debería evaluar. De esta manera, también se podría sacar algún año adicional a 32 créditos cuando, aún investigando, no hubieras sacado una investigación de calidad
  2. Endurecer los criterios por los cuales se obtiene un sexenio. De esta manera, cuando se está a punto de solicitar el siguiente, se alargarían unos años más la concesión con el fin de que se imparta más docencia y encima tener la coartada de que no se trabaja.
  3. Bajo ningún concepto establecer reglas de valoración paralelas como que si estás al 50% de la calidad de un sexenio, se te rebaje a la mitad el incremento docente y cosas así. Hay que actuar en plan maniqueo. O todo o nada. Y el todo cada vez más difícil de obtener.
  4. Igualdad de trato que a los tesitandos. Si una publicación ha aparecido en una tesis doctoral, no puede aparecer como aportación personal de otro tesitando. En buena lógica, si una publicación ha sido utilizada por un investigador para obtener un sexenio, que no pueda ser utilizada por otro para lo mismo.
  5. Que sólo computen las publicaciones de tu especialidad en revistas y congresos de tu especialidad. De esta forma, cualquier publicación, por puntera que sea, realizada en otra rama, será ignorada. Lo de la excelencia investigadora en áreas mixtas, lo dejamos para otro año.

Cambio en la gobernanza de la universidad

Con unos presupuestos cada vez más exiguos, aumenta la presión para incrementar la saturación docente de los profesores, cada vez menos numerosos. Esto  lleva a concentrar los grupos y masificarlos, al tiempo que la carga por docente se incrementa y las holguras docentes para asumir cargos de gestión en la universidad se reducen.

Esto balancea la ecuación coste/beneficio hasta una situación en la que no es rentable realizar gestiones en la universidad, de forma que el profesorado está muchísimo más interesado en obtener un sexenio y eliminar carga docente que en realizar cualquier tipo de gestión.

Esta situación insostenible puede derivar en dos direcciones: que se produzca una inflación del pago por cargo en forma de créditos de holgura, cosa difícil teniendo en cuenta la apretura de los presupuestos o que al quedarse los cargos vacantes y ante la ingobernabilidad de la universidad, se tenga que contratar profesionales de gestión externos, Preferiblemente puestos a dedo por el gobierno de turno.

Esto traerá consigo un cambio en la gobernanza de la universidad y, al estar dirigida por personal externo, se cambiará su naturaleza, misión y valores, haciéndolos más utilitarista y acercándolos a las academias para mayores en las que se han convertido en muchas ocasiones las universidades privadas en España. Dado que unos gestores de calidad capaces de dirigir la universidad cuestan caros y el objetivo es reducir gastos, sólo se podrá pagar a los peores o inexpertos ávidos de hacer curricula rápidamente y saltar a donde se les reconozcan más. Por lo tanto, tendremos gestores no universitarios inexpertos o mediocres que dirigirán a investigadores y docentes sin haber investigado ni impartido una clase en su vida. La zorra cuidando a las gallinas.

Agenda oculta

Desde hace muchos años, no estamos en un ajuste económico, sino en el comienzo de un cambio de paradigma que afecta a toda la estructura y naturaleza de la institución universitaria. Las intenciones ocultas, no declaradas por parte de las autoridades educativas son las siguientes:
  1. El profesorado principalmente se debe dedicar a dar clases. Las clases deben ocupar cuanto más tiempo mejor. La rentabilidad del profesor se mide por las clases que imparte. De acuerdo con la Orden JUS/797/2012, de 29 de marzo aparecida en el BOE, una jornada semanal de 37.5h significan 1625h anuales de trabajo; punto tercero de la disposición. Un profesor a 32 créditos anuales, teniendo en cuenta que por cada hora de docencia necesita al menos otra para prepararse el discurso y al menos media para preparar el examen, no digamos para corregirlos,…. eso suma no menos de 30h por crédito de dedicación del profesor. 32 créditos a 30h/crédito, son 960h dedicadas sólo a la docencia pura y a su preparación y gestión. Si añadimos los desplazamientos internos desde el despacho al aula, las tutorías, reuniones de unidades docentes, reuniones para seguimiento de los resultados de la asignatura, de preparación de pruebas evaluatorias,… se puede disparar a 10h más por crédito, es decir, 320h adicionales. Es decir, que ya sólo quedarían ” libres” 1625- 960 – 320 = 345h que se irán en seguimiento de proyectos fin de carrera, dirección de tesinas y demás. ¿Cuando investigo?. Nunca. ¿Y como ya no podrá hacerlo, para qué quiere tanto presupuesto de investigación?
  2. Como consecuencia de lo anterior, la calidad de la docencia y la implantación de las metodologías activas que propugnaba Bolonia, queda reducido de facto a hacer lo que hemos venido haciendo sin Bolonia. El parto de los montes.
  3. La investigación la costea la empresa privada. Si tu investigación no tiene frutos útiles e inmediatos, no investigas. Esto eliminará cierta investigación supérflua o cosmética pero ciertamente eliminará también mucha investigación de fondo cuya utilidad a largo plazo resulta estratégica para el país y va más allá del retorno inmediato que exigen muchas empresas privadas.
  4. La incapacidad para poder dedicarse a temas de gestión redundará en la contratación de gestores profesionales que no impartan docencia ni investiguen que tendrán que dirigir a profesores e investigadores, al estilo de la gobernanza universitaria americana. Esto tendrá como efecto el encarecimiento del coste de la universidad y de la profesionalización tanto de docentes, como de investigadores como de gestores. ¿Sabran entendernos los gestores?¿Deberemos añadir la incomprensión de unos gestores no universitarios a los padecimientos actuales?¿Se convertirá la universidad en una empresa pública?¿Tras convertirnos en empresa pública, será más fácil realizar un ERE?¿O ya lo estamos haciendo?

Pérdida de la calidad docente

Existe mucho trabajo oculto, muy mal valorado, alrededor de la docencia que no se aprecia ni por parte del alumnado ni por parte de las instituciones. Ese trabajo se mueve alrededor de la formación del profesorado, pertenencia a comisiones de seguimiento de la docencia, coordinación intra y extra asignaturas, planteamiento de nuevas guías docentes, metodologías de aprendizaje, actualización de temarios, planteamiento de contenidos de nuevas titulaciones, asignaturas,… y en general tiene que ver con las inquietudes docentes del profesorado inconformista que pretende mejorar de año en año la docencia, el aprendizaje de los alumnos, las tasas de aprobados y aprovechamiento del alumnado,…

Con el incremento de la docencia experimentado, el tiempo que queda disponible para estas tareas es tan pequeño, que no hay posibilidad de dedicarse más que a la gestión obligatoria de las asignaturas, ya de por sí incrementada en los años precedentes: gestión de guías docentes, introducción de notas vía telemática, impresión y gestión de actas, revisión de exámenes, corrección de numerosas pruebas parciales (aprendizaje progresivo lo llaman en el plan Bolonia) e infinidad de otros temas bien conocidos por los que leen estas líneas. En otras palabras, Bolonia queda enterrada y los procesos de mejora continua de la calidad docente también.

A este aspecto, hay que añadir que, con el aumento de las tasas académicas y la pérdida de alumnado por la caída de la natalidad, se produce un efecto perverso en la práctica consistente en incrementar la presión de los centros sobre el profesorado para no suspender a los alumnos. Cuantos más suspendan, mayor será la tasa de abandono o la cantidad de créditos matriculados al año que viene. De dicha cantidad depende en buena medida los ingresos de la universidad y por lo tanto, del centro. Obviamente esto se disfrazará bajo los eufemismos de mantenimiento del rendimiento académico, de la mejora de la productividad y demás palabros deslumbrantes que, bajo la picaresca española, se convierten en sandeces que no intentan otra cosa sino mantener los ingresos a toda costa en un escenario de sálvese quien pueda.

Por que no haré huelga

Todas las medidas que está tomando el gobierno al respecto de la educación universitaria, son para ahorrarse dinero, no para aumentar la productividad ni la calidad en la educación. No voy a hacer una huelga de un único día para que, encima, el estado se ahorre 100€ de mi nómina. No quiero que me acusen de colaboracionista. Bastante me han quitado ya como para encima tener que darles voluntariamente mi dinero. Voy a ser coherente con las nuevas directrices que me marca mi compañía. En este caso, la consellería de educación. Voy a dedicarme sólo a investigar y a impartir la docencia que me toque. No pienso aceptar ninguna responsabilidad de gestión: dirección de departamento, escuela, servicios de la universidad,….Reivindico desde aquí un alzamiento tranquilo contra la burocracia que aplasta al profesorado y le impide desarrollar sus labores docentes y de investigación con la productividad que nos exige el gobierno. Que contraten profesionales que se encarguen de ello. Seguro que les sale más barato que dedicar profesores a ello, incluso con el nuevo coste por hora
Cualquier cosa que no vaya encaminada a obtener un sexenio de investigación no me resulta rentable. Voy a reducir al mínimo mi dedicación docente y voy a concentrar todo lo que pueda en investigación.
Subir de 22 créditos a 32 significa un incremento de la productividad del 45% de repente. En buena lógica, esta devaluación del 45% debería aplicarse también a todos los descuentos en créditos docentes que ofrece la universidad por realizar diferentes gestiones internas: pertenencia a comisiones, dirección de proyectos fin de carrera o tesinas, etc., etc. Pues bien, no sólo no se ha aplicado sino que además disminuirá su valor habida cuenta del recorte presupuestario. Por lo tanto, el valor real de la medida supera el 50% de incremento de productividad de bien largo. Eso significa que ahora, para cualquier pertenencia a cualquier comisión que antes hacía por la cara, ahora tendrán que comenzar a pagar créditos como hacen con los consejeros delegados que acuden a las comisiones cada vez que éstas se realizan.
El precio de mi tiempo de repente va a cobrar un valor tremendo ya que ahora vale un 50% más. No voy a mover un dedo por nada que no me lleve a conseguir el sexenio a no ser que me paguen en  créditos que me compensen invertir cierto tiempo en ello.
Daré a las cosas el valor que me digan desde la dirección de mi empresa:
  1. Las convocatorias de los exámenes de las asignaturas en extinción de los planes antiguos anteriores a Bolonia se hacen a coste cero. Por lo tanto, el tiempo que pienso dedicarle, coherentemente con las directrices de mi empresa es el mínimo imprescindible. A saber: examen de tipo test de años anteriores. Cambia sólo la fecha de la cabecera.
  2. Cargos de gestión de la universidad. Ninguno. No es obligatorio aceptarlos.
  3. Proyectos fin de carrera y tesinas orientados siempre hacia la investigación y la obtención de sexenios. Cualquier otra cosa que sea de utilidad para el alumno o que el alumno proponga queda automáticamente descartada.
  4. No pertenecer a ninguna comisión de coordinación de asignaturas, pertenencia a comisiones de seguimiento o mejora de la docencia que no tengan correspondencia con ningún crédito de holgura. Caso de que tengan algún reconocimiento, se aplicará la regla de 25h por crédito reconocido y se hará lo que de tiempo en esas 25h. Ni una más. Aunque vea oportunidades tremendas, si no da tiempo, se quedarán en el tintero. Sigamos el objetivo: el sexenio.

El punto G del PDI

El Personal Docente e Investigador, es decir, los profes de la uni (PDI) dan una docencia de calidad fruto de una investigación de primera línea. Así, tanto la letra “D” como la “I” se ponen en mayúsculas, resaltando que tiene que haber una parte investigadora que finalmente sea transferida a la sociedad a través del alumnado y que la formación del alumnado ha de disponer de contenidos de vanguardia fruto de una investigación de calidad.

Sin embargo, para que la maquinaria universitaria funcione, aparece un punto “G” oculto que no se mencionaba en el acrónimo PDI. Esta “G” no es otra que la Gestión. Gestión Universitaria, por supuesto. Esta gestión tiene un coste altísimo para el PDI. En primer lugar te descuentan créditos docentes para que puedas desempeñar las responsabilidades del cargo con empeño. Sin embargo, eso no es suficiente y en la práctica hay que tirar mano de la “I” también en muchas ocasiones, por lo que en la realidad, muy pocos cargos universitarios pueden llevar con dignidad una mínima “I”. El que diga lo contrario es porque es el jefe de un grupo de investigación y tiene un montón de negros publicándole en su nombre.

En la práctica, esto tiene una contrapartida: te bajan la baremación docente porque impartes menos clases y te bajan la baremación en investigación porque el tiempo es limitado y tu sólo eres una persona.

Con el enésimo cambio de las reglas del juego llevado a cabo con alevosía, premeditación sin nocturnidad, por el nunca suficientemente recordado ministro de Educación Sr. Wert,  sólo se valora la “I”, por lo que pasamos a ser PdI. Seguiremos hablando, alabando y teorizando sobre la vocación docente del PDI, sobre las metodología activas, sobre el aprendizaje de los alumnos sobre la enseñanza del profesor,… hay que seguir cumpliendo con las formas, al menos en apariencia; pero la realidad no es otra más que si quieres ser algo en la universidad, has de ser PdI. Conclusión:
  1. Intenta ser al menos no ser un mal profesor. Con que seas mediocre es suficiente. Serás considerado en el mismo paquete que los buenos, muy buenos o excelentes y no te penalizarán tu carrera profesional universitaria.
  2. Dedica todo el tiempo que puedas a la Investigación.  Es lo único que pesa de verdad. Además, si ahora que los presupuestos de investigación han sido esquilmados, más te vale que te liberes todo lo que puedas para centrarlo en la Investigación.
  3. No te dediques a nada que consuma tiempo de investigación: No cargos de gestión, no PFC, tesis o tesinas  que no rindan resultados publicables, nada de actividades culturales o extraacadémicas o responsabilidades varias mal pagadas en ECTS.
Si no lo haces así, se te morirá el sexenio y pasarás a estar a 32 ECTS en lugar de 24 y ya no tendrás tiempo ni para rascarte las narices. Entonces sí que se te acabará la “I” y pasarás a ser un Pd (Pordiosero) en el fondo del pozo docente del que prácticamente no tendrás oportunidades para salir una vez entres. En el fondo tu y yo sabremos que en lo que de verdad te habrás convertido es en un PdI (Pedazo de Imbécil) por hacer caso a lo que dicen y no a lo que hacen.

miércoles, 23 de enero de 2019

En el principio, no había nada

La secuencia de dominio del Personal Docente e Investigador (PDI) en la universidades públicas primero y en las privadas después, consistió en esta secuencia:
  1. En el principio, no había nada y dios estado dijo: "Hágase el sexenio de investigación". Y vio el dios estado que era bueno. El sexenio de investigación premiaba a los profesores que investigaban quitándoles un crédito de docencia y añadiendo un complemento en el sueldo de 100 euros en números redondos de por vida. Esto tuvo un efecto colateral, insertó en la mente de todo el PDI tres leyes divinas:
    1. Si investigas y haces la voluntad de dios, te quitaban docencia, pero si dabas bien las clases, no.
    2. Que si no dabas bien las clases, tampoco te quitaban docencia.
    3. Que debías ser medido por tus resultados, aunque, de momento, las consecuencias no eran desproporcionadas.
  2. Y entonces el dios estado instauró el quinquenio docente, de forma que si se cumplían determinados criterios de calidad docente, cada cinco años, se añadía un complemento en el sueldo de 100 euros en números redondos de por vida. Pero no quitaban créditos por tal concesión. Los criterios para obtener el quinquenio docente son tan laxos que en la prácticas es prácticamente imposible que no lo concedan a un profesor. Muy mal ha tenido que hacerlo para que lo penalicen. Pero en un año, puede recuperarse fácilmente, por lo que en la práctica, este quinquenio no reconoce nada y se convierte de facto en un aumento de sueldo encubierto cuando el estado lo sisa por otro lado congelando el sueldo de los funcionarios. Es una situación fruto de la picaresca de ambas partes: el estado y sus funcionarios.
  3. Así las cosas, entre el PDI comenzó a circular la popular frase: "Mi labor investigadora y mi carga docente". Eran tiempos de buena voluntad en el que había un estatus quo consistente en que el profesor investigaba, si lo hacía bajo determinados criterios, le aumentaban un poco el sueldo y le quitaban un crédito. Todo más bien simbólico. Si no se realizaba una labor de investigación de determinado nivel, no pasaba nada y cada uno seguía en su sector haciendo la actividad propia de cada área de investigación o decente. Un profesor que investigaba de acuerdo con los criterios divinos, podría llegar al final de su vida laboral a impartir hasta 16 créditos, mientras que el que no lo hacía bajo preceptos divinos, se quedaba en sus cómodos 22 créditos. Pero la lluvia de financiación de la investigación, regaba a todos por igual.
  4. Pero hete aquí un día que la avaricia del estado, en connivencia con la de la banca y bajo la complicidad de todo el mundo, hinchó artificialmente una burbuja económica hasta tal punto, que estalló. Fruto de las salpicaduras de aquella explosión, el carro del estado quedó seriamente dañado y las cosas cambiaron para siempre. Pero esto lo contaremos en el siguiente capítulo del génesis.

miércoles, 16 de enero de 2019

La Normativa de Ordenación Académica

La Normativa de Ordenación Académica (NOA) es una norma sofisticada que no permite, de una forma intuitiva, adivinar su resultado.
La norma horas de dedicación créditos docentes

De hecho, el Reglamento para la evaluacion de la actividad de investigación, desarrollo e innovación en la universidad politécnica de valencia, consta de 23 páginas de fórmulas enrevesadas cuya influencia final en la valoración necesita de un concienzudo análisis de varias horas para determinar qué priorizar para poder sobrevivir en la UPV.
De hecho, este índice se combina con el índice de actividad docente y de gestión en la UPV mediante una fórmula magistral de cinco folios que se denominada Indice de Actividad Académica (IAA) del profesorado y que posee unos parámetros de ponderación y límites.
Según el cargo y pertenencia a comisiones asignadas, se reconocen unas horas de dedicación.

Riesgos psicosociales

Gracias a las encomiables medidas adoptadas por nuestro inolvidable ministro de educación Sr. Wert, respaldadas por el gallego tibio de la Moncloa, la introducción del Espacio Europeo de Educación Superior, ha generado nuevas tareas docentes, burocráticas y de atención al alumnado que han sido asumidas por el profesorado a coste cero o incluso menos uno, ¡como no!.

El profesorado de las universidades públicas españolas, como resultado de los riesgos psicosociales a los que está expuesto, tiene serias dificultades para compatibilizar la vida laboral y profesional (doble presencia). Los que la tienen. Pero es que el resto tiene dificultades para adquirir nuevos conocimientos y habilidades debido a que la organización no lo facilita. Este profesorado debe asumir un volumen excesivo de trabajo para la jornada laboral establecida; no recibe de la organización las herramientas necesarias para gestionar las tensiones derivadas de las relaciones interpersonales ni la organización es lo suficientemente flexible para minimizar esta exposición. Se sufre una deficiente gestión de personal por parte de los mandos inmediatos, no dispone de la información adecuada y suficiente para realizar sus tareas y adaptarse a los cambios, no recibe la ayuda necesaria por parte de sus superiores y no recibe el respeto, reconocimiento y trato que merece el esfuerzo invertido en su trabajo.

Se produce una situación paradójica: por un lado, hay un exceso de regulaciones y procedimientos que llegan a pautarlo todo hasta extremos extremos; y por otro, existe el consentimiento, de facto, de amplios márgenes de discrecionalidad para aplicarlos en ciertos ámbitos de la docencia, de las metodologías, de las relaciones con el alumnado, de los criterios y los procedimientos de evaluación.

Las condiciones laborales del PDI también han empeorado a raíz del RD-Ley 14/2012, ya que se ha terminado definiendo la docencia como una forma de penalización a quienes no cuenten con los méritos investigadores estipulados y aplicados.

Si no me creen, pueden ver el estudio sobre los riesgos psicosociales en el PDI de las universidades publicas.

martes, 15 de enero de 2019

Coste Cero (V). Burocracia encubierta

En muchas universidades, se ha implantado la metodología de la reforma Bolonia por la cual ahora hay que seguir metodologías activas, evaluación continua,… lo cual conlleva muchas más evaluaciones de prácticas, test constantemente, tareas de clase,… y para colmo, todo ello mediatizado por las TIC.

Ahora todo se hace en electrónico y hay que acceder a través de servidores webs que centralizan, analizan y monitorizan todo. La gestión se enlentece, se hace más burocrática y además la puedes hacer en casa por si no te da tiempo a hacerla en el despacho, pudiendo así extender tu jornada laboral ad infinitum. La asignación de créditos no se reduce a pesar del incremento en gestión de las asignaturas. De nuevo, cero para la universidad y coste para el profesor.

Como además ahora somos muy modernos y queremos una universidad de calidad, los círculos de calidad, los sellos ISO9000 y demás se imponen, hay que dedicar esfuerzo a determinar marcadores de calidad, monitorizarlos, garantizar su trazabilidad para justificar las métricas en las auditorías,… Y ya no es sólo tener que registrar todo esto de forma enfermiza tipo Gran Hermano, sino que además te bombardean con insistentes encuestas para valorar tu opinión acerca de los servicios, satisfacción,…

Todo esto lleva considerable tiempo. ¿Cuantos créditos me reconocen por esta nueva tarea que yo no he solicitado y que me quita tiempo de investigación? De nuevo, la universidad se pone el sello a coste cero. Cero para la universidad, coste para el profesor.

Coste Cero (IV). Investigación

Se reduce el presupuesto de investigación a la mitad, se reduce la parte de inversión en I+D no financiera y encima, se echa en cara a la universidad no realizar investigación de calidad
De acuerdo con esto, se aumenta la docencia a los profesores que no llegan a un mínimo subjetivo y cada vez más exigente. Así cada vez tenemos menos personas con tiempo para dedicarlo a la investigación y por ello, menos presupuesto porque no va a haber nadie capaz de solicitarlo y menos aún de cumplir con los objetivos exigidos.
Si a eso se le une la competencia cada vez más exacerbada entre grupos de investigación por unos recursos cada vez más magros, vamos abocados a crear grupos de investigación que se alzarán como los tuertos en el país de los ciegos. Esto confirmará aún más la mediocridad de los resultados de investigación obtenidos y nos alejará aún más de los rankings internacionales, motivación esta para la cual se ha montado todo este follón. La profecía autocumplida.

Coste Cero (VI). Metodologías activas

Antes del decreto Wert, el profesorado universitario impartía 22 créditos al año de docencia. Tras el decreto Wert, el profesorado pasó, por real decreto, a impartir 24, aumentando su productividad en un 9% dado que el sueldo sigue siendo el mismo. De nuevo cero para el ministerio y coste para el profesor.

Como esto no era suficiente, se aprovechó la coartada de que todo esto se realizaba en un contexto de cambio de planes de estudio, con una adaptación a los planes de estudio de Bolonia y con un cambio docente tendente a emplear metodologías activas.

Eso significó que si antes se realizaba un examen o dos de teoría a final del curso y entrega de trabajo final de asignatura o prácticas. Ahora se se debían hacer permanentemente pruebas de seguimiento durante el curso, incluso durante asignaturas cuatrimestrales, tanto de teoría como de prácticas, elevando su número a cantidades exorbitadas que, en muchas asignaturas, entre tareas de clase, prácticas y exámenes teóricos, pueden subir a 10 pruebas a lo largo de un único cuatrimestre. En muchas universidades, este incremento de carga se ha realizado a coste cero. Es decir, si antes la asignatura equivalente tenía 6 créditos, ahora te conceden 6 créditos igualmente, cero para la universidad, coste adicional para el profesor.

En algunas universidades privilegiadas, se logró obtener un reconocimiento adicional del 10% por causa del cambio metodológico. Como se ha podido comprobar, ni de lejos compensó ese incremento del esfuerzo adicional que tenía que hacer el profesorado para poder atender a las nuevas demandas.

Si a esto le unimos que durante años se congeló el sueldo, cuando no se bajó. De nuevo cero para el ministerio y coste el profesor.

A coste cero (III). Asignaturas muertas


Cuando se cambian los planes de estudio, las asignaturas muertas se mantienen a coste cero. Esto es, de las asignaturas a extinguir, no hay que preparar docencia, pero los alumnos tienen un profesor asociado a esa asignatura, aunque no imparta docencia de facto.

Sin embargo, a todos los demás efectos, las tutorías de alumnos, la elaboración de todos los exámenes, fotocopia, distribución, corrección y revisión de notas, mecanización de las mismas vía web, impresión de actas, firma y entrega,… el profesor asignado sigue teniendo que realizarlas.

Como vayan muchos, la cosa puede ser todavía más costosa. Si se multiplica esto por cada una de las seis convocatorias que tiene el alumno para aprobar la asignatura muerta… se puede hacer una idea de la carga total que finalmente le cae al profesor agraciado.

La universidad bien que les cobra a los alumnos la matrícula y además con recargo, dado que son repetidores los que suelen asistir a estos exámenes. ¿Y de lo mío qué?¿Cuánto repercute en mí?¿Cuántos créditos recibo yo a cambio de realizar estas gestiones?. Todo son beneficios para la universidad. Ellos cobran y yo pago. Cero para la universidad y coste para mí.

Quinquenio vivo

En la política de promoción del profesorado universitario, existe desde hace mucho tiempo unos incentivos que consisten en evaluar la labor docente del profesorado y dependiendo de si cumple unos objetivos mínimos, se te paga un poco más al mes. Normalmente se evalúan por periodos de cinco años consecutivos. Es lo que se denomina Quinquenio Docente o simplemente Quinquenio.

Tengo un quinquenio docente vivo. Es decir, que lo solicité hace menos de cinco años y me lo concedieron. Eso significa que durante los últimos cinco años:
  1. He obtenido unas buenas calificaciones en las encuestas que me han pasado los alumnos.
  2. Incluso en muchas ocasiones he superado la media de notas obtenidas por mis compañeros de departamento.
  3. La tasa de aprobados está francamente bien, así como el rendimiento académico.
  4. No he tenido nunca ninguna queja formal de ningún alumno que haya requerido la mediación de ninguna comisión académica.
  5. Empleo metodologías activas en el aula
De hecho, llevo ya cuatro quinquenios seguidos reconocidos.
Por un esfuerzo equivalente en investigación (sexenio vivo), estaría ahora impartiendo 24 créditos y por tener al menos tres, estaría a 16 créditos. Como además se premia la investigación con un crédito adicional por sexenio obtenido, en igualdad de condiciones, debería tener al menos una rebaja de 3 créditos. Así, los "agraciados", pueden liberarse de tu CARGA docente para poder dedicarse a sus LABORES de investigación, que es lo que mola.

Y si eres buen profesor, tienes varios quinquenios docentes y el último activo, ¿Cuántos créditos reconocen al profesor por esos quinquenios y le disminuyen la CARGA docente para que pueda prepararse mejor las clases, probar tecnologías activas, formarse,...?

Respuesta: NINGUNO.

Esta es la calidad de la enseñanza universitaria de la Srta. Pepis que tenemos en España. Si tengo una hora disponible para dedicar a mejorar mi docencia o desarrollar mi línea de investigación, ¿Por cuál creéis que decantaré?

lunes, 7 de enero de 2019

Ideología de Género en la UPV (III)

Siguiendo con el análisis del PROTOCOLO DE ATENCIÓN A LA IDENTIDAD Y EXPRESIÓN DE GÉNERO DE LA UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE VALÈNCIA que apareció en el Boletín Oficial de la UPV nº 113 el pasado 26 de abril de 2018, se puede ver en su artículo 2 que se obliga a que este protocolo sea de aplicación a cualquier miembro de la comunidad universitaria en sus actividades y actuaciones. Es decir, que nadie puede realizar actividades de ningún tipo sin dejar de cumplir este protocolo.
En su artículo 3, punto 1 se reconoce la libertad, dignidad e igualdad de las personas trans. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos con independencia de su identidad o expresión
de género.
SORPRESA. Yo pensaba que esto ya estaba recogido implícitamente en la declaración universal de los derechos humanos, en la constitución española y en el código civil y penal. Pero, por lo visto, hacía falta un reconocimiento explícito para la condición trans. Mi pregunta viene a cuento de por qué en este protocolo que habla de "Identidad y Expresión de Género", la UPV no incluye también explícitamente la atención y la expresión de los hetero, que curiosamente somos la inmensa mayoría silenciosa ninguneada de facto en este protocolo. Dadas las circunstancias, parece ser necesaria esta reglamentación.
En su punto 3, la universidad velará por los derechos de las personas miembros de su comunidad universitaria a ser tratadas de acuerdo con la identidad de género a la que sienten pertenecer. Traducido, el SENTIR por encima del SER. Lo cual me da pie a pensar que, si en una cosa tan evidente como el sexo, de forma explícita se dictamina que el sentirse supera al ser, deberíamos en buena lógica y consonancia, legislar adecuadamente a los bedeles que se sienten profesores, a los asociados que se sienten catedráticos, a los alumnos que llevando una camiseta del Madrid se sienten del Barça o a los valencianos que siendo de raza caucásica se sienten chinos. Cuantitativamente hablando, hay menos diferencia genética entre una mujer valenciana hembra y una mujer china hembra que entre un hombre valenciano y una mujer valenciana.
Es absolutamente discriminatorio para todos estos colectivos y para todos aquellos no mencionados aquí que se legisle para eliminar la discriminación por SENTIRSE de un sexo distinto que por SENTIRSE de una raza, partido, conición laboral, equipo de futbol o lo que sea diferente.
Esta ley, queriendo ser igualitarista, genera precisamente, por omisión, una discriminación patente al resto de la población no considerada. El resto de puntos del artículo también siguen el mismo planteamiento. Atención explícita para algo que lo que no participamos de esa realidad también nos merecemos y que suponíamos ya estábamos cubiertos por la legislación anterior a este protocolo.

Bajo la coartada de defender a la minorías oprimidas, generamos de forma artificial un ghetto que ahonda precisamente en aquello que se pretendía eliminar.

Imagínense una ley parecdia para los judios, o para los negros, o para los gitanos o para los amantes de los legos o coleccionistas de muñequitos de Pin y Pon. Francamente, me parece ridícula esta impostura de la UPV.

Coste cero (II). Tamaño de grupo

Otra de las formas de incrementar la "productividad" del profesorado que gasta la picaresca gerencial de las universidades "a coste cero" (coste para el profesor, cero para la universidad ) es el tamaño del grupo o clase.

Tamaño del grupo

Como todo el mundo que se dedica a la docencia DE VERDAD sabe, no es lo mismo impartir una clase para 20 que para ochenta alumnos:
  1.  Cuanto mayor es la distancia física entre el profesor y el alumno, más se dispersa el alumno, más fácil es que se ponga a hablar con el compañero y aquellos que no tienen clara su presencia en la clase, suelen juntarse hacia el final.
  2. La cantidad de trabajos y prácticas a corregir es diferente si tienes 10 alumnos que 70. 
  3. Todo grupo que sobrepase los 50 alumnos, debe de plantearse prácticas idénticas para todos los alumnos y ser corregidas empleando métodos los más automatizados posible, aplicando la "corrección en serie". Es decir, que no se puede atender a las motivaciones personales del alumno ni realizar una práctica adaptada a las necesidades o inquietudes del alumno.
  4. El tiempo que se dedica a contestar correos electrónicos, dudas, tutorías, revisiones de exámenes, corrección de prácticas y exámenes y demás, no es lo mismo.
Sin embargo, el reconocimiento que la universidad realiza del esfuerzo docente realizado por el profesor es el mismo, se imparta docencia a 20 alumnos que a 80.
Por lo tanto, el tamaño del grupo se presenta como un poderoso regulador de la "porductividad" docente.
Así por ejemplo, en una escuela en la que imparto docencia, el año pasado, habían tres grupos de unos 35 alumnos por clase. En total, 110 alumnos en la titulación, más o menos. Tenían que desarrollar destrezas en prácticas en las que tienen que utilizar un ordenador. Ni que decir tiene que son alumnos no tecnológicos y por lo tanto, sus destrezas en el uso del mismo, no son para echar cohetes.
A la escuela que imparte dicha titulación, rectorado le ha concedido menos créditos o bien ha decidido que tiene que rapiñar créditos de cursos más básicos con el fin de poder mantener o impartir asignaturas optativas cuyos créditos, rectorado no sufraga. ¿Cual es la decisión? En lugar de tres grupos, se van a impartir dos, uno de mañana y otro de tarde. De esta forma, los grupos pasan de 35 a más de 50 por real decreto. Es decir, que de un curso al siguiente, al profesorado que tiene que impartir dicha docencia, se le ha subido la productividad un 50%. Ahora, POR LOS MISMOS CRÉDITOS, el mismo profesorado que el año pasado impartía 3 créditos, ahora tiene que impartir el mismo contenido, pero a un 50% más de alumnos.
Obviamente, se resiente la calidad docente de dicha asignatura, o de aquellas que coinciden en el tiempo con esa asignatura dado que el tiempo y la dedicación del profesor no se ha incrementado y el esfuerzo que ahora tiene que dedicar a esa asignatura, lo saca del tiempo que antes dedicaba a las otras o va en detrimento de la investigación que realiza.
Este incremento productivo, dependiendo de la cantidad de alumnos, en números absolutos, que se incremente, puede no obligar a cambiar la naturaleza de las prácticas o de la metodología docente. Sin embargo, en casos en los que ya los tres grupos eran de 70 alumnos originalmente y se pasan a dos grupos de 105, el cambio sí que es cualitativo porque pasa de gestionarse un grupo atestado de alumnos a otro masificado y se deja de impartir docencia al modo clásico para pasar a impartirse como si fuera un MOOC. Esto obliga a replantearse la asignatura como si fuera una asignatura completamente distinta, con prácticas diferentes, contenidos adaptados,...
Si el profesor ya está asfixiado por la docencia y se le añade este cambio sin avisar, de un curso a otro, entonces, ni siquiera puede plantearse el cambio metodológico a tiempo y el colapso docente es inminente.